China revoluciona el transporte. Así funcionan los “Robotaxis” que ya circulan por Beijing
¿Imaginas cómo será viajar en el futuro? La tecnología de los vehículos autónomos ya es una realidad en diferentes partes del mundo, sin embargo, China se acredita como la pionera de esta innovación en viajes interurbanos con los denominados “taxis robóticos”, en los que la conducción no requiere intervención humana. Y es que, el Gigante Asiático revoluciona constantemente el mundo automotriz y esta no fue la excepción.
¿Cómo fabrican estos autos?, ¿cómo funcionan?, ¿cuál es su disponibilidad de uso?, ¿cuánto cuestan?, estas y muchas cuestionantes surgen al hablar de esta tecnología. Para saber a profundidad sobre este tema, Los Tiempos visitó el Apollo Park de Baidu, en el distrito de Haidian, Beijing, China, uno de los espacios que se encuentran a la vanguardia de esta experiencia, ayudando a descubrir cómo la tecnología de conducción autónoma está transformando la manera en que la sociedad china se desplaza por las ciudades y cómo esta tecnología ayuda a generar una mejor relación con las normas viales y la seguridad.
Entre emoción, nervios e incertidumbre, dos periodistas latinoamericanos (Guilherme Paladino, del medio brasileño Brasil247, y Dara Calustro, de Los Tiempos de Bolivia) experimentaron por primera vez en sus vidas y de primera mano la independencia de estos automóviles denominados “Robotaxis” o “Apollotaxis” y la sencilla disponibilidad de poder usarlos, no sin antes inmiscuirse en los antecedentes que acompañan a los ejemplares.
Si bien hace treinta años ya se trabajaba esta idea, desde mayo de 2021 se encuentran con los permisos correspondientes para circular por las calles de Beijing con pasajeros a bordo, a través del uso de una conexión 5G e inteligencia artificial (IA).
Los “robotaxis” tuvieron que pasar por una serie de pruebas para su autorización: Desde la fabricación del primer vehículo de primera generación en convenio con universidades y estudiantes del área —con el objetivo de potenciar la educación tecnológica, como en las últimas décadas en China— pasando por el de tercera generación con un automóvil de fabricación estadounidense pero IA china, hasta los últimos vehículos de cuarta, quinta y sexta generación.
Los últimos, netamente de fabricación e IA china, cuentan con la autorización respectiva y ya se encuentran circulando por las junglas asfálticas del gigante asiático, brindando el servicio de taxi a pasajeros y siendo monitoreados constantemente por los trabajadores de Baidu, especializados en el sector.
Durante dos viajes de 15 minutos de recorrido cada uno, los periodistas aseguraron que los pasajeros pueden ser testigos del ecosistema vial conjunto que se ha generado a partir de los “robotaxis” y su relación con el exterior.
Este servicio, que ya está implementado en diez ciudades de primer nivel en China, desde agosto del año pasado, cuenta con permiso para circular por 750 kilómetros de calles y avenidas, sin necesidad de un monitor humano debido a su gran avance tecnológico. Estos ejemplares pueden detectar otros autos en el tráfico, tocar la bocina cuando se aproximan peatones o ciclistas, ajustarse para evitar cualquier obstáculo y tal es su desenvoltura tecnológica que reduce la velocidad ante los baches y calcula en tiempo real la duración de los semáforos, duración aproximada del tráfico y alternativas de rutas más simples y rápidas.
La accesibilidad a ellos se reduce a una aplicación como cualquier aplicación móvil (app) de taxis en el mundo, donde se selecciona la dirección de origen del viaje y el destino. Los precios son de acuerdo a la distancia, pero oscilan entre los 20RMB (yuanes) que son al rededor de tres dólares americanos, hasta 70RMB (10$).
Cuando el vehículo ya se encuentra en el lugar para recoger al pasajero, la app envía al usuario un código, el cual debe ser aplicado en la ventanilla trasera en una pantalla táctil, casi hologramada, para que la puerta se abra automáticamente. Sin embargo, su uso actualmente está limitado a estas empresas de taxi ya que los ejemplares aún no pueden ser dispuestos a la venta a los ciudadanos comunes. Aún así, no cabe duda alguna de que el país asiático ya se encuentra trabajando en ello.
China lidera este avance con innovaciones impresionantes en inteligencia artificial y automoción, estos vehículos autónomos no sólo están revolucionando el transporte urbano, sino, la seguridad vial, la seguridad del usuario y por su puesto, acercar a la sociedad a una realidad con mayores simplicidades de la mano de la ecotecnologización, ya que todos estos vehículos son eléctricos y contribuyen en un total cuidado del medioambiente con cero emisiones de carbono.
Independientemente de los temores que vienen acompañados con el desarrollo tecnológico, no cabe duda alguna que esta tecnología busca seguir generando espacios de empleo entre todas sus áreas y contribuir al planeta de diferentes maneras.