Cuando la muerte llega sobre aeroplanos supersónicos u orugas, el negocio parece perfecto. No hay arca que no se abra, mientras la demanda y la oferta de armas se multiplican hasta el límite de las posibilidades y más. Así lo ha señalado a los medios europeos Xiao Liang, uno de los autores del informe 2022 del Instituto Internacional de Estudios para la Paz (Sipri). Liang ha citado un ejemplo: “Estados Unidos envió hasta octubre de 2022 unos 8.500 misiles antitanque Javelin, lo que equivale a la producción de tres o cuatro años. Es un desafío para las empresas; reciben más pedidos, pero ¿podrán dar abasto y cumplir con todos los encargos?”.