En el cuento El sur de Jorge Luis Borges no se llega a saber a ciencia cierta si Juan Dahlmann muere en una cama de hospital o como él quisiera: en un duelo a cuchillo con un gaucho que lo ha provocado en el viejo almacén provinciano. Escritor orillero, Borges se mete en la piel del funcionario Dahlmann, para quien “morir en una pelea a cuchillo, a cierto abierto y acometiendo hubiera sido una liberación para él, una felicidad y una fiesta…Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado”.