Jóvenes cochabambinos ganan el hackathon nacional
Los cochabambinos Carla Florida, Allan León, Mike Rueda y Rodrigo Torrico obtuvieron el primer lugar en el hackathon nacional HackBo, organizado por Clubes de Ciencia Bolivia, realizado el pasado 27 y 28 de julio en Santa Cruz.
Unidos por la programación y la tecnología, este equipo desarrolló un dispositivo (botón) y una aplicación que alerta ante el peligro, graba el audio y envía un mensaje para comunicarse ya sea con la Policía o una persona de confianza.
El equipo está conformado por los estudiantes de ingeniería de sistemas: Carla Florida, de 22 años, de la Universidad Mayor de San Simón; Allan León, 22 años, de la Universidad Privada Boliviana y Rodrigo Torrico, 21 años, de la Universidad Católica Boliviana; y por Mike Rueda, de 17 años, estudiante del colegio Águilas de América.
Los cuatro jóvenes emprendedores son parte del equipo HardVar, grupo dependiente de la comunidad Google Developers Group (GDG) de Cochabamba.
En el HackBo, evento gratuito y dirigido a jóvenes de entre 17 y 25 años, los participantes tenían que desarrollar un proyecto tecnológico (como una aplicación, página web, dispositivo u otro) que responda o solucione algún problema de la sociedad en cualquier área: salud, transporte, seguridad, educación u otro. Es decir, un proyecto tecnológico que tenga impacto social.
En esta primera versión, “más de 425 jóvenes de diferentes departamentos presentaron su solicitud para participar del HackBo y fueron seleccionados solamente 100 personas”, comenta Gustavo Ferrufino, organizador del evento.
Botón y aplicación ganadora
Tras varias reuniones y lluvias de ideas para ver qué solución tecnológica con impacto social desarrollarían para el HackBo, estos cuatro jóvenes vieron que en el país la falta de seguridad era un tema latente y que los casos de violencia de género, robos y bullying eran comunes.
Así, desarrollaron un dispositivo (un botón) que puede ser integrado a un collar, a un reloj, a una manilla, al volante de un auto u otro objeto. Al presionar el botón, cuando uno se encuentra en peligro, se conecta al teléfono celular mediante Bluetooth y graba el audio a través de la aplicación llamada BlackBox (caja negra).
“El audio es analizado mediante algoritmos de inteligencia artificial para ver si la persona está gritando, llorando, si se mencionan palabras que significan peligro u otro. Incluso se puede analizar los sentimientos que tiene la persona con las palabras que está diciendo”, explican los ganadores.
Tras ser analizado con inteligencia artificial, existen tres caminos, señalan los innovadores. Si la persona no corre mucho peligro, el audio se guarda y se envía por WhatsApp. El segundo camino es que inmediatamente se active el botón, se llame a la persona de confianza determinada con anterioridad por el usuario. La tercera opción es que se llame a la página web que sería administrada por la Policía. “Se enviaría la ubicación de la víctima, el número de celular y el audio para que pueda ser analizado”, indican. Además, explican que también lograron que se pueda ocultar la aplicación, que esté de incógnito, que no esté visible el ícono, pero que esté activo.
Ferrufino comenta que la creatividad, la innovación, el uso de las herramientas, la funcionalidad y el impacto social del desarrollo los llevó ganar el primer lugar.
Segundo y tercer lugar
El segundo lugar recayó en un equipo de La Paz que desarrolló un sistema que usa inteligencia artificial para traducir en audio el lenguaje braille.
Un equipo de Santa Cruz ganó el tercer puesto con el desarrollo de una aplicación para una manilla (que ya es de uso comercial) que lee el pulso cardíaco e identifica si uno está dormido o no y emite una alarma.
El primer lugar del HackBo ganó 1.500 dólares y una copa (impresa en 3D). Los del segundo lugar obtuvieron MeBands y del tercer lugar chromecast (dispositivo que conecta la TV al celular).
100 jóvenes fueron seleccionados, de más de 425 solicitudes, para participar de la primera versión del HackBo, el hackathon nacional.
LA INICIATIVA, EL MEJOR ALIADO
Estos cuatro jóvenes demostraron que “querer es poder” y que la iniciativa es el mejor aliado para conseguir las metas y propósitos.
Carla Florida comenta que no querían pedir a sus padres dinero para cubrir los gastos de pasajes y viáticos para participar del HackBo que se realizó en el departamento de Santa Cruz. Por ello, decidieron vender fotos para recaudar fondos.
Teniendo como escenario el parque Fidel Anze y con el apoyo de un amigo fotógrafo: Juan Silva, estos cuatro jóvenes hicieron publicidad mediante Facebook e invitaron a sus contactos a sacarse fotos a tan solo siete bolivianos.
Durante dos fines de semana, agendaron a varias personas cada 15 minutos para tomarles fotos y entregárselas en formato digital.
“Lo que hicimos fue vender fotos digitales, se las entregábamos por Google Drive”, dice Carla. Comentan que tras varias fotos tomadas la gente elegía cuál les gustaba más y se las enviaban.
“La gente nos compraba para ayudarnos”, señala el equipo que logró recaudar mil bolivianos.
“Si bien no logramos recaudar todo el monto del dinero que necesitábamos para cubrir los gastos del viaje a Santa Cruz, lo que se consiguió ayudó”, explican los jóvenes cochabambinos.