Dulces para festividad de Todos Santos, una tradición que cautiva
A pocos días de la festividad de Todos Santos, la presencia de dulces en todo tamaño, forma y color se distingue en las calles de Cochabamba.
La creatividad y los detalles son las características que definen al oficio de fabricación artesanal de dulces. Las canastitas y artículos de azúcar “para recibir a las almas” se ajustan a aquello que les gustaba a los fallecidos cuando estaban en vida.
“Hay de todo, desde una motocicleta hasta un ferrocarril, todo aquello que despertaba interés en los difuntos”, mencionó Larry Garnica Arcos, dedicado al rubro de dulces.
Simbología
Los diversos artículos de azúcar puestos en las mesas tienen su propia simbología, por ejemplo, las escaleras se ubican para que el “alma” llegue, disfrute de lo preparado por la familia y use las mismas para poder marcharse. Por otro lado, la cruz manifiesta la presencia de Jesucristo y los ángeles para su protección.
Los demás dulces personalizados representarán todo aquello que definía la personalidad de los difuntos.
La fabricación artesanal de dulces requiere manos hábiles y técnicas aprendidas. Diversas familias se han dedicado a este rubro durante años, haciendo que su trabajo mejore con el tiempo. Ese es el caso de la familia Garnica Arcos, que durante cuatro generaciones continuaron la elaboración de dulces para Todos Santos. Su pequeña fábrica se encuentra en la avenida Ayacucho, muy cerca al ingreso al Cementerio General. Desde septiembre, sus días de trabajo son intensos, llegando a convertir, por mes, más de 80 quintales de azúcar en figuras de dulce.
Elaboración
Larry Garnica, quien se dedica a la elaboración de dulces desde hace más de 30 años, mencionó que el primer paso en este oficio es diluir el azúcar en agua. “Mientras va hirviendo el azúcar, se vierte un preparado para darle más consistencia y cuando tiene es espesor adecuado lo sacamos a la base de un batán”, explicó Larry. Luego, en el batán, las manos de los ágiles artesanos empiezan a mover la masa y agregarle color.
Cuando ya tienen una coloración sólida, son envueltos en una madera, donde se les sigue dando forma, seguidamente se pasa esta masa al obrero que le dará forma. Este procedimiento debe ser rápido, ya que si se calienta el dulce ya no se le podrá dar forma.
En el caso de las figuras más pequeñas, se puede demorar hasta un minuto en su elaboración, mientras que en las canastas de gran dimensión se pierden hasta cuatro horas de trabajo continuo. En la fábrica de la familia Garnica Arcos trabajan 15 personas. Con el tiempo, se ganaron la confianza de sus clientes y, por ello, realizan envíos a La Paz, Santa Cruz, Montero, Riberalta, entre otros. “Son dulces de calidad que pueden pasar kilómetros de distancia”, aseguró Felicidad Luján.
80 quintales de azúcar procesa la familia Garnica Arcos en un mes para la elaboración de dulces durante la festividad de Todos Santos.
DULCES ORIGINALES PARA DIFUNTOS
Canastas cuadradas. Este año, la familia Garnica Arcos innovó en la elaboración de canastitas de todo tamaño y en forma triangular y cuadrada. Al ser una novedad, fue uno de los primeros artículos en acabarse. También ofertó carros de todo modelo y color, funerales completos, gallos, entre otros.
Precios variados. Los precios de los dulces varían según el tamaño y dificultad de las figuras. La canasta pequeña tiene un costo de 50 centavos, mientras las más grandes llegan a costar 350 bolivianos por par. Los pedidos personalizados tienen un mayor costo.
Temporada alta. La familia Garnica Arcos espera la festividad de Todos Santos cada año para poder dedicarse netamente a la elaboración de dulces, aproximadamente durante todo septiembre y octubre, llega a fabricar más de mil dulces, destinados a diversas regiones del país.