Otro fracaso exploratorio a la vista
Después de los resultados negativos obtenidos en la búsqueda de petróleo en el primer prospecto de Lliquimuni Centro- X1 (LQC-X1), posiblemente Bolivia tenga que prepararse para otro fracaso exploratorio, pero esta vez será en una zona tradicional y en medio de un contexto complicado para las reservas hidrocarburíferas.
El pasado lunes se dio a conocer que a 7.480 metros de profundidad (más de 7 kilómetros) en el pozo Boyui, aún no existen resultados positivos. Se trata del pozo más profundo en el que se estimaba una reserva de gas de 3 trillones de pies cúbicos (TCF).
La noticia surge en medio de una controversia por las declaraciones del secretario de Energía de Argentina, Javier Iguacel, sobre una modificación sustancial del contrato de importación de gas natural de Bolivia.
Actualmente, el país produce alrededor de 55 millones de metros cúbicos de gas al día (MMm3) que no son suficientes para abastecer la demanda máxima de los mercados de Brasil y Argentina, además del mercado interno.
Ante este panorama, el Gobierno boliviano debe ser transparente con la información acerca de las futuras negociaciones con Argentina y sobre los resultados en trabajos de exploración petrolera, ya que la economía del país pende de un hilo si el negocio de los hidrocarburos se viene abajo. Pues, pese a las advertencias de expertos y empresarios, sobre la diversificación de la economía, Bolivia depende de los recursos extractivos.
Editora de Economía de Los Tiempos
Columnas de ENID LÓPEZ CAMACHO