Bolivia y el proyecto Ilo (I)
Es importante destacar la voluntad de los Gobiernos del Perú y Bolivia en realizar una ampliación y constante actualización de los acuerdos de 1992 que otorgan a Bolivia un enclave en las playas de Ilo, con una vigencia de 99 años. Se ha generado una efervescencia geopolítica, empresarial y de amplias perspectivas en todo el cono sur, principalmente para la carga de exportación de Bolivia, después del fracaso del proceso donde todos los bolivianos fuimos engañados, con la esperanza de contar con un dictamen a favor de Bolivia en La Haya.
El constante acercamiento boliviano-peruano, ha sido un detonante para repasar nuevas estrategias de acción, políticas y objetivos para que en base a hechos históricos podamos enfrentar los desafíos de este siglo con mejor ánimo y más confiados por la riqueza que aún tenemos como el litio, el hierro y la posición geográfica en el tráfico potencial de las cargas hacia el Pacífico. Inclusive teniendo una ley para un puerto seco, para ofrecer amplias facilidades para un acceso marítimo para Bolivia.
El proyecto Ilo surge del convenio firmado entre Bolivia y Perú en 1992 por los gobiernos de Jaime Paz Zamora y Alberto Fujimori. La concesión del Gobierno peruano trata del establecimiento de una zona franca a favor de Bolivia, con los siguientes componentes: 1. Zona Franca industrial, comercial y de servicios de 167,3 Has. 2.- Zona Franca turística más la playa Bolivia Mar de 200 has y 3.- Puerto de Ilo que debía privatizarse, lo cual no sucedió por los cambios en la orientación política de un momento ulterior.
El proyecto de la zona franca industrial fue adjudicado al consorcio Mariscal Andrés de Santa Cruz S.A. y la zona franca turística al Consorcio Stella Maris. La cancillería boliviana, en acuerdo con la cancillería de Torre Tagle, contrató los servicios de la ONU para esta licitación pública internacional, constituyendo consecuentemente estos contratos como binacionales. Dichos contratos fueron aprobados por la cancillería boliviana. El Parlamento boliviano, la cancillería de Torre Tagle en Lima, sin embargo, debieron homologarlo por el parlamento peruano, lo cual hasta hoy no ha ocurrido.
Es necesario puntualizar el significativo cambio que se produjo con la firma del acuerdo marco en 1992. Por decir algo, se ve el hecho de que ningún boliviano podía tener propiedad privada en la ciudad de Arica; con la firma del convenio Ilo, Chile eliminó esta disposición.
Durante el Gobierno del presidente Mesa se firmó un convenio adicional con el presidente Toledo que otorga una extensión de 100 kms, dos adicionales, sobre el Pacífico, como “Zona Franca de Integración Energética”.
Durante el Gobierno de Fujimori se hicieron avances importantes. Entre ellos, la construcción de una carretera de 375 kms, entre Ilo y Desaguadero con un costo de más de $us 300 millones y la construcción de un aeropuerto internacional de Ilo para que sirva al apoyo turístico, construido por la Armada peruana. La importancia de esta nueva concesión es que se la otorga por 99 años renovables al término de ese periodo.
Un tema que preocupa y llama la atención es que el Estado boliviano tiene 13 zonas francas, en Paraguay, en Argentina, en Uruguay, hasta en Panamá, producto de convenios bilaterales con gobiernos amigos. Sin embargo, hasta hoy en ninguna de estas zonas francas se ha hecho absolutamente nada.
En resumen, el nuevo convenio y la nueva disposición del Gobierno peruano abre las posibilidades para el desarrollo de esta zona de desarrollo a favor de Bolivia.
El autor es ingeniero geólogo y administrador de empresas
jgtorrez@gmail.com.
Columnas de JOSÉ GUILLERMO TORREZ G. O.