La atención de la salud mental está relegada a un segundo plano
El profesor “M” confía en que la demencia aguda que padece, tarde o temprano, será superada con el tratamiento que recibe en el Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios.
Pese al tiempo que lleva en este sanatorio, sus conocimientos sobre fórmulas químicas que solía enseñar a escolares están intactos. Cada vez que puede, comparte una curiosidad química a los visitantes.
Al ser diagnosticado, “M” no tenía recursos para cubrir su medicación; entonces, el hospital cubrió todos los gastos. Hoy se siente aliviado con la esperanza de salir. Pero no todos corren la misma “suerte”.
Falta de acceso
Se estima que el 80 por ciento de enfermos mentales no son identificados; en consecuencia, no recibe atención. Otros que logran ser diagnósticos no acceden al tratamiento por los gastos cuantiosos que representa y la falta de centros de salud mental.
Apenas un 0,2 por ciento de los fondos del Ministerio de Salud es destinado a servicios de salud mental. La poca inversión no cubre los gastos de los hospitales psiquiátricos.
“Tenemos un convenio con la Gobernación que da partidas para la alimentación y medicamentos, pero no cubre los costos reales. Sólo alcanza para pagar un 30 por ciento de todos los gastos”, manifestó el gerente del hospital San Juan de Dios, Antonio Pérez.
Agregó que en promedio se recibe 34 bolivianos diarios por paciente como “beca” otorgada por el Sedeges y recursos del Ministerio de Salud.
“Se observa un incremento de los problemas psiquiátricos y las camas que disponemos son insuficientes”, señaló el director médico del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios, Hernán Olivera.
Aunque la demanda de servicios de salud mental aumenta cada año, los recursos asignados a esta atención se reducen. Este 2018, el hospital psiquiátrico recibirá 200 mil bolivianos menos que en 2017. El servicio requiere 3 millones de bolivianos para funcionar y sólo cuenta con un millón proveniente de la inversión pública. El resto se cubre con recursos propios.
Abandono
Los estigmas sobre las enfermedades mentales se mantienen y, por tanto, la posibilidad de generar más políticas de prevención y concientización se ve perjudicada.
“Pareciera que sigue el mito medieval de despreciar al paciente psiquiátrico, de dejarlo en abandono por los familiares, por las comunidades y la sociedad”, apuntó Olivera.
Actualmente, 86 pacientes de los 190 internados en el hospital psiquiátrico están “abandonados”. El hospital debe financiar entre 500 a 700 bolivianos al mes por paciente, sólo en medicamentos.
Entre otras de las dificultades que atraviesan los servicios de atención psiquiátrica se encuentra la escasa información y formación en centros de salud de primer y segundo nivel.
“No se tiene una atención adecuada en el primer nivel, el paciente tiene algún síntoma psicótico y ya están queriendo mandarlo aquí, cuando fácilmente puede ser atendido cerca de su familia y de su comunidad”, explicó Olivera.
A esta situación se suma la falta de un programa de prevención y concientización de enfermedades mentales en comunidades que dejó de funcionar en 2015 como consecuencia de recorte del presupuesto. “La proporción de recursos que se asignaba a los consultores del programa cambió y con el tiempo ese presupuesto sólo fue destinado a los pacientes internados”, informó el responsable de recursos propios del hospital, Gary Guamán.
Ante este panorama, los servicios de salud mental en la región y el país continúan estando en un segundo plano.
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MÁS SERVICIO
Abren atención para los niños
El médico de planta del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios, Jaime Velázquez, informó que además se habilitó la atención psiquiátrica para niños.
“Hemos tenido un avance, actualmente, están acudiendo niños y adolescentes al servicio de psiquiatría infantil con diversos diagnósticos, entre ellos: problemas de mala conducta, déficit de atención, entre otros”, apuntó.
Velázquez expresó que muchas familias dejaron los estigmas de lado y decidieron asistir al hospital para que sus niños puedan recibir atención psiquiátrica.
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OPINIONES
"Los recursos económicos no nos dejan llegar donde quisiéramos, pero aún así están internándose 800 enfermos anuales y a nadie se le cierran las puertas del hospital".
Antonio Pérez García
Gerente del hospital San Juan
"Los medicamentos no están siempre al alcance de las familias, tienen que invertir todo el dinero disponible para un día, en un solo medicamento".
Jaime Velázquez
Médico psiquiatra de planta
del hospital San Juan de Dios
OPINIÓN
Sólo el 0,2% del presupuesto del Ministerio va a salud mental
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Hernán Olivera
Director médico del hospital San Juan de Dios
Yo veo una disposición de parte de las autoridades para provocar cambios favorables. Pero se deben verificar las leyes y los problemas reales para poder hacer un programa en relación a las enfermedades mentales basado en nuestra propia complejidad. Bajo este panorama, se debe tomar en cuenta que, en Bolivia, el Ministerio de Salud apenas destina un 0,2 por ciento de presupuesto para salud mental. Ésta es una cifra que no queremos ni mencionar en encuentros internacionales por no causar reacciones emocionales. Ese aspecto se debe cambiar, sobre todo, porque ahora más que nunca el problema del consumo de drogas, alcohol y las consecuencias que genera esto se han posicionado en primer lugar entre las causas por las que asisten por una atención en el hospital psiquiátrico.
Por otro lado, veo una dificultad muy grande en el sistema penitenciario. No se tiene un solo hospital dedicado a la población de los centros de rehabilitación y se calcula que al menos un 30 por ciento requiere atención psiquiátrica. No hay un solo profesional psiquiatra que pueda atender a los internos de los recintos.
Cuando van al hospital, deben ir acompañados y ahí se ve una carencia muy desagradable, porque hace que debamos convertir a los hospitales en fortalezas. No podemos ofrecerles seguridad a los pacientes que tienen problemas con la ley y ése es un gran conflicto.
Por esta razón, se deben fortalecer los centros de primer y segundo nivel para que puedan ofrecer una atención adecuada, sin necesidad de asistir al hospital psiquiátrico.
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El costo de fármacos le “quita el sueño” a la gente
La carencia de una industria nacional de fármacos psicotrópicos incrementa los costos de los tratamientos de enfermedades mentales.
“Hay fármacos sumamente caros. Un paciente que no tiene apoyo familiar gasta prácticamente más del presupuesto asignado sólo en medicación”, expresó el director médico del hospital psiquiátrico, Hernán Olivera.
“Los medicamentos son algo que a las familia les quita el sueño, no están siempre a su alcance y deben invertir todo el dinero para atender a uno solo”, comentó el medico de planta del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios, Jaime Velázquez.
Por ejemplo, existen pastillas que pueden costar hasta 22 bolivianos por unidad y que el paciente tiene que consumir tres veces al día, acompañada de otros medicamentos.
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La falta de psiquiatras perjudica la detección
La escasez de personal especializado en psiquiatría disminuye la oferta de servicios de salud mental en el departamento.
“No existen suficientes psiquiatras en nuestro país, pese a que se han hecho acuerdos en varias épocas de institucionalizar la psiquiatría”, lamentó el director médico del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios, Hernán Olivera.
Explicó que un gran avance significaría ampliar los centros de salud en formación de psiquiatras para que los pacientes puedan ser atendidos en su propia comunidad o cerca de sus familias.
Olivera destacó que pese a la carencia de profesionales en Psiquiatría, la formación en esta área mejoró en los últimos años. Sin embargo, las especialidades continúan ofreciéndose únicamente en el exterior, y en el país no existen posibilidades.