Armando Mita: “El INRA no es quien construye; hay casas de cuatro por cuatro ”
El director departamental del INRA, Armando Mita Zárate, aseguró que la institución está comprometida con la protección de las tierras agrícolas. Sin embargo, para controlar los avasallamientos también es necesaria la intervención de las alcaldías.
Observó que en terrenos productivos aparezcan construcciones “de cuatro por cuadro”. Además, dijo que hay casos, como Tolata, donde pierden competencia, porque los municipios amplían sus manchas urbanas.
En una entrevista con Los Tiempos, aseveró que el saneamiento que realiza el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) ha avanzado, pues el 86 por ciento está concluido. Sin embargo, entre el 14 por ciento que resta hay un 6 que corresponde a los predios en conflicto.
—¿Qué mecanismos tienen para transparentar los procesos en el INRA?
—La misión del INRA es regularizar el derecho propietario a favor de los poseedores o compradores. Las construcciones que se hacen al interior son plena responsabilidad de la Alcaldía. El INRA no es quien construye; hay casas de cuatro por cuatro.
El problema es que también hay predios que están cerca de las manchas urbanas y los loteadores aprovechan.
Siempre estamos en contacto con las alcaldías y las organizaciones sociales para evitar. Muchas veces, los compañeros aducen que las tierras productivas se están perdiendo; entonces, hay un acuerdo de que tenemos que hacer respetar esas tierras.
—¿Se pueden proteger los enclaves agrícolas?
—Todos están en su derecho (de tener una propiedad). Si bien una persona se compra una propiedad, que se compre legalmente.
Todos están en su derecho de realizar sus urbanizaciones, pero no afectando el derecho de terceras personas.
—¿Cómo están interviniendo en los conflictos por tierra en Arbieto??
—Arbieto tiene una extensión de 14.807 hectáreas, el 36,5 por ciento se encuentra titulado, faltaría el 63,5 que estarían en proceso nacional, departamental y la mayor en conflicto de propiedad.
Seguimos interviniendo. En febrero hemos intervenido en un predio que es Arpita. Seguimos interviniendo, sólo que nos lleva mucho tiempo. A veces, cuando entra el INRA se suspende la prueba de campo y perdemos tiempo.
—En La Angostura, donde hay construcciones, ¿qué hace el INRA?
—Hace tres semanas, el INRA ha ingresado a hacer una inspección, justamente, por el tema de las denuncias de avasallamientos.
Hemos identificado que es con consentimiento de la familia Canelas que sus trabajadores están ingresando a hacer construcciones. Ellos tienen conocimiento, tenemos unas resoluciones de medidas precautorias que estamos ampliando.
Estamos en coordinación con la policía para ingresar y por lo menos colocar letreros de prohibición de innovar, de fraccionar.
El conflicto es entre Canelas 1, 2 y 3. Los demás predios individuales se han separado y remitido al INRA nacional para seguir su curso hasta su titulación.
El INRA en 2015 sacó una resolución final de saneamiento, pero las partes han impugnado. Eso retarda.
—¿Cómo se da el ingreso a tierras agrícolas ?
—Son evidentes las denuncias que hacen las comunidades y dicen que el INRA no hace nada, pero ellas venden terrenos de una hectárea y estos llamados loteadores hacen aparecer a 10 hectáreas; entonces, los beneficiarios se sienten afectados.
En esos casos, el INRA hace las inspecciones de oficio o a pedido para verificar qué tipo de avasallamiento se da.
—¿En Tolata se denuncia avasallamientos en Villa Copacabana?
—Nos hemos reunido cinco veces para desalojar a los que estaban en el interior del predio, pero, en el transcurso del proceso, nosotros como INRA hemos sido informados que hay una Ley Municipal, 122/2021, que homologa la mancha urbana. Entonces, como INRA nosotros perdemos competencia.
—¿La Alcaldía debía coordinar con el INRA?
—La Alcaldía en su momento con la anterior gestión se ha opuesto hasta tres veces, pero el tiempo pasó y han logrado homologar esa superficie que asciende a más de 250 hectáreas.
Al interior había seis predios individuales y, con la homologación, como INRA declinamos competencia.
—¿Qué metas tiene el INRA para 2022?
—Como INRA Cochabamba, tenemos metas que cumplir este año: 179 mil hectáreas en mesura y 14 mil parcelas. En proyectos de resolución final: 256 mil y más de 19 mil parcelas.
—¿Qué estrategias están tomando para que se respete la tierra productiva?
—Como los dos municipios están al 30 por ciento, las comunidades deberían pedir ya nomás el saneamiento para regularizar el derecho propietario. Muchos esperan que llegue la mancha urbana y son avasallados; sería bueno que soliciten de una vez para regularizar su derecho propietario. Deben solicitar al INRA para que nadie les moleste.