La crisis de Arabia traería ventajas, pero también problemas a Bolivia
El anuncio de Arabia Saudí de reducir a la mitad la producción y exportación de crudo puede representar efectos tanto positivos como negativos para Bolivia, aunque en última instancia se impondrían estos últimos, según análisis de dos expertos en hidrocarburos consultados por este medio. De cualquier manera, las señales que puedan dar pautas de estos efectos se conocerán recién en unos tres meses.
Los analistas Bernardo Prado y Álvaro Ríos coinciden en que, si la crisis de Arabia se mantiene por un tiempo prolongado, y si, consecuentemente, ocurre una escasez de petróleo en el mercado mundial, el primer efecto será la subida de los precios de crudo.
“Como los precios del gas natural que exportamos están indexados al barril de petróleo, se generaría un incremento en el precio del gas, siempre y cuando esta tendencia se mantenga por un tiempo prolongado, por decir algo más de tres meses (que es el tiempo en que se actualizan los precios promedio)”, consideró Prado.
Sin embargo, esta misma escasez puede derivar en la subida de precios de diésel, otro hidrocarburo importante y que Bolivia compra de países vecinos. “No sólo importamos diésel, sino que también lo subvencionamos en el mercado interno. Se tendría que hacer un cálculo para ver en cuánto nos afectaría. Tendríamos que pagar las importaciones y, al mismo tiempo, si se mantienen estas subvenciones, representaría una pérdida para las arcas del Estado”, explicó Prado.
Ríos, por su parte, concluyó que serán más los efectos negativos que los positivos, pues el precio del gas boliviano estará vinculado al del petróleo sólo hasta fin de año, además de que Bolivia reduce cada vez más sus exportaciones de gas y sube las importaciones de diésel y gasolina.
“Las importaciones de diésel están en un nivel de 42 mil barriles por día (a un precio de 65 dólares por barril), y si nosotros mantenemos estos 10 dólares de incremento que ha tenido el precio del petróleo (75 dólares), esto resulta en 730 mil dólares diarios adicionales de importación”, explicó el experto. Esta situación impactará tanto a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) como a los dólares que el país tiene que mandar fuera.
En síntesis, los efectos serán “más negativos por la cantidad de líquidos que se importan y porque el precio del gas ya no estará vinculado al del petróleo”, concluyó.
Tres meses
Con relación a los tres meses, Prado explicó que las variaciones de precios suelen calcularse de manera trimestral. “Tendíamos que mantener un trimestre con un precio elevado en promedio que nos permita un ingreso adicional”.
Con relación a la posibilidad de que ante la escasez de oferta de crudo y de gas, los mercados mundiales pongan sus ojos en Bolivia como proveedor, Prado dijo que el país no cuenta con la suficiente capacidad técnica para ello.
ANUNCIAN REGULAR A FINES DE MES
Un ataque de drones ocurrido el sábado pasado hizo caer a la mitad la producción de petróleo de Arabia Saudí, 5,7 millones de barriles diarios menos que representan aproximadamente un 6 por ciento del suministro mundial.
Ese mismo día, surgieron versiones de que el país reduciría la exportación a la mitad.
Sin embargo, ayer, el ministro de Energía, Abdel Aziz bin Salmán, declaró que la agresión no modificará el proyecto de salida a bolsa del gigante petrolero saudita.
Añadió que la producción de petróleo de su país será restablecida a fines de septiembre.
