Capital gastronómica en riesgo: caen ventas y el 30% de restaurantes cerró
La pandemia de Covid-19 disminuyó las ventas de los restaurantes en Cochabamba en casi un 40 por ciento. De los aproximadamente 4 mil centros gastronómicos, un 30 por ciento cerró definitivamente, mientras que otro 15 por ciento está en riesgo de quebrar a consecuencia de los impactos de la segunda ola.
Según la presidenta de la Asociación de Empresarios de Restaurantes y Afines (Aserac), Vivian Cardona, todos los restaurantes de la ciudad debieron retirar personal. Antes de la pandemia, el sector generaba 40 mil empleos directos y 80 mil indirectos.
Cardona explicó que el sector gastronómico es uno de los más afectados por la crisis económica, por lo que considera que la capital gastronómica está en riesgo.
Indicó que en la ciudad cerraron restaurantes con más de 30 años de antigüedad que no pudieron soportar la crisis económica causada por la pandemia. Las cadenas de restaurantes también cerraron sucursales.
“Las que tienen varias sucursales las cierran y mantienen las que están en lugares estratégicos porque no conviene tener empleados, pagar alquiler, y prefieren centralizarse en un solo lugar”, dijo.
Los food trucks, que habían proliferado en la ciudad, también cerraron.
Cardona explicó que las ventas bajaron porque la gente no tiene recursos, además que evita ingresar a un restaurante por temor al contagio y porque la capacidad de atención se ha reducido por el distanciamiento social.
“La gente se cuida mucho, prefiere no entrar. También prefieren guardar su dinero, tienen otras prioridades. Por tanto, cada vez sentimos disminuidas nuestras ventas”, afirmó Cardona.
El sector también es afectado por el incremento de la competencia de comercio informal. “Cochabamba es un gran mercado. Ahora cualquier persona que no tiene trabajo se dedica a vender comida en su casa, realizan entregas o venden en la calle”, explicó.
La cuarentena rígida fijada para los días domingos golpea más a los restaurantes que comercializan chicharrón, pampaku, chancho a la cruz, k’aras, charque y pique macho, ya que sus mayores ventas se concretaban los domingos y la mayoría limitaba su atención a ese día.
El vicepresidente de Aserac, Tony Salazar, indicó que para estos negocios la venta del domingo equivale a la venta de tres días, por lo que estos son seriamente afectados.
“La capital gastronómica de Bolivia poco a poco va muriendo. Las chicharronerías de Sacaba que atendieron el domingo, porque en ese municipio no hay restricción, tuvieron ventas mínimas porque la gente de Cercado no pudo llegar”, indicó.
No todos funcionan con delíveri
La Asociación de Empresarios de Restaurantes y Afines (Aserac) continúa en emergencia y pide apoyo de las autoridades para superar la crisis, indicó el vicepresidente de la institución, Tony Salazar.
La presidenta de Aserac, Vivian Cardona, dijo que no a todos los restaurantes les funcionó el envío por delíveri porque había restaurantes especializados o de comida gourmet, por lo que estos no atendieron en 2020.
El año pasado, el sector soportó un mes sin trabajar, cinco meses operando sólo con entregas y desde septiembre pudo reanudar sus labores con medidas de bioseguridad y reduciendo su capacidad.