Sube la inflación en mayo y precios de alimentos siguen aumentando en los mercados
Bolivia registró una inflación de 0,63 por ciento en mayo, impulsada por factores climatológicos, “contrabando a la inversa” e inflación importada. Según informó el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, esta situación ha llevado al Gobierno nacional a implementar una serie de medidas para mitigar los aumentos de precios, especialmente en el caso de las verduras y hortalizas, cuyo encarecimiento es estacional.
En conferencia de prensa, Cusicanqui detalló que la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año alcanzó el 1,95 por ciento. “Bolivia se mantiene dentro de las economías con una de las inflaciones más bajas de la región”, afirmó, resaltando que otros países enfrentan incrementos de precios más acelerados. “Estamos logrando mantener esta estabilidad de precios que va en beneficio de la población”, agregó.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró en mayo un incremento notable en varios sectores, siendo los más afectados alimentos y bebidas no alcohólicas, bienes y servicios diversos, bebidas alcohólicas y tabaco, muebles y servicios domésticos, vivienda y servicios básicos, salud, comunicaciones, recreación y cultura, prendas de vestir y calzado, alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar y transporte.
Entre los productos con mayor aumento en sus precios figuran la carne de pollo, tomate, cebolla, arveja verde, locoto y el servicio de trabajadoras del hogar. En contraste, la papa, zanahoria, plátano/guineo/banano, papaya, lechuga y servicios dentales mostraron una disminución en sus precios.
“Los alimentos están vinculados a periodos del calendario agrícola y también a fenómenos climatológicos que hemos estado discutiendo en las últimas semanas”, explicó Cusicanqui. En particular, el aumento en el precio del tomate ha sido atribuido a la sequía y heladas que afectaron la producción en regiones clave como Cochabamba, los valles cruceños y Tarija.
El tomate
Productores locales, como Joel Herbas Vera y Maribel Rojas, coinciden en que la reducción de la oferta de tomates se debe a una combinación de factores climáticos y de mercado. Herbas, ingeniero agrónomo y agricultor de Omereque, señaló que muchos agricultores dejaron de sembrar tomates desde 2019 debido a la competencia con productos importados de Argentina y Perú. Rojas, administradora del mercado Integración del Sur, indicó que el precio de la caja de tomates estaba en 20 bolivianos hasta marzo, lo que desanimó a los agricultores a continuar con su cultivo.
El tomate, conocido por su delicadeza y la necesidad de riego frecuente, enfrenta dificultades adicionales debido a la irregularidad en la provisión de combustible para las bombas de agua y la escasez de dólares necesarios para importar insumos agrícolas esenciales, como semillas, fertilizantes y pesticidas.
El Gobierno nacional se encuentra ante la tarea de enfrentar estos desafíos económicos y climáticos para garantizar la estabilidad en los precios de los alimentos y proteger a los consumidores de los efectos negativos de la inflación, señalan expertos.