Conmoción en Italia por un atentado
Roma |
El atentado perpetrado ayer contra un instituto en Brindisi (Italia) que costó la vida a una joven e hirió a otras siete ha conmocionado a Italia, que no encuentra explicación a semejante atrocidad.
El atentado aún no ha sido reivindicado, y a pesar de que el fiscal nacional Antimafia, Piero Grasso, se desplazó al lugar de los hechos, persisten serias dudas de que sea obra de la mafia.
El fiscal de Lecce (sur), Cataldo Motta, dijo tras reunirse con el fiscal Antimafia en la comisaría de Brindisi que "las organizaciones mafiosas locales buscan un consenso social y un acto semejante aleja cualquier simpatía para quien lo ha cometido".
El atentado fue perpetrado a las 07:45 hora local con un artefacto explosivo compuesto por tres bombonas de butano, colocadas en un contenedor que estalló cerca del instituto femenino Francesca Morvillo Falcone, justo cuando pasaba un grupo de alumnas.
La deflagración segó la vida de Melissa Bassi, de 16 años, que murió en una ambulancia, y dejó en estado muy grave a su compañera Verónica Capodieci, de la misma edad, y a la que medios italianos dieron por muerta ante la situación crítica en la que se encontraba.
Capodieci fue operada de cirugía general, toráxica, plástica y ortopédica con resultado de pronóstico reservado. Ambas estudiantes acababan de descender del autobús escolar cuando les alcanzó de lleno la explosión del artefacto, explicaron fuentes de la investigación.
En cuanto a las otras seis estudiantes heridas, dos de ellas sufrieron quemaduras en el 40 por ciento del cuerpo y tendrán que ser sometidas a cirugía plástica, dijeron fuentes médicas.
Según los vecinos, la explosión fue muy potente y destruyó todos los cristales del colegio y de los edificios colindantes en un radio de 200 metros de distancia. Miembros de la policía científica encontraron un detonador fijado a las 07:55 hora local, 10 minutos después de que se produjera la explosión.