Escándalo golpea duro al kirchnerismo
Buenos Aires |
La detención esta semana de José López, uno de los hombres clave de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, mientras intentaba ingresar una millonaria suma de dinero en un convento golpea al kirchnerismo, que busca despegarse del escándalo y frenar la fuga de dirigentes.
López, actual parlamentario del Parlamento del Mercosur (Parlasur) y quien ocupara la Secretaría de Obras Públicas durante los 12 años del kichnerismo en el poder, fue sorprendido en la madrugada del pasado martes por la Policía mientras intentaba ingresar bolsos con 8,9 millones de dólares en un convento de la localidad bonaerense de general Rodríguez.
Al calor del creciente escándalo, varios referentes del kirchnerista Frente para la Victoria (FPV), que lidera la expresidenta Cristina Fernández, no tardaron en condenar, el martes, el comportamiento de López, que durante su gestión manejó millonarias partidas para la obra pública, bajo la órbita del Ministerio de Planificación, que conducía el ahora diputado Julio de Vido.
El exministro, que está bajo la mira de la Justicia y de la Oficina Anticorrupción por otras causas, también tenía bajo su órbita al exsecretario de Transporte Ricardo Jaime, condenado ya por defraudación contra la administración pública y que afronta otras causas por presunta corrupción.
“Yo confío en que seguramente De Vido no conocía las características corruptas de López”, dijo Héctor Recalde, jefe del bloque del FPV en la Cámara de Diputados.
“El impacto político de la detención de López es tremendo. Hasta este caso, muy pocos dirigentes kirchneristas habían reconocido explícitamente que la corrupción es una realidad. Ahora, casi al unísono, hasta los kirchneristas más duros salen a reconocerlo”, dijo el analista político Patricio Giusto.
Para el experto, de la consultora Diagnóstico Político, esto “es un golpe de knock out al FPV” cuya primera consecuencia es la fuga de legisladores concretada este miércoles y, aseguró, “lo más probable es que en las próximas semanas esta sangría se siga profundizando, con la posibilidad de que el FPV termine desapareciendo como fuerza política”.
Giusto sostiene que, en términos políticos, quien “está capitalizando” esta situación es Macri, quien tachó el caso de “bochornoso”, que “ha indignado” a los argentinos.