Alivio en la frontera EEUU-México tras acuerdo para evitar aranceles
Estados Unidos
Empresarios y trabajadores en la frontera entre Estados Unidos y México expresaron alivio ayer por el acuerdo que esfumó la amenaza de aranceles que habrían significado un golpe devastador para esta región dependiente del comercio bilateral.
El viernes, largas filas de camiones se extendían a ambos lados de Otay Mesa, el principal punto fronterizo para camiones de carga de California, en espera de lo peor, luego de que el presidente Donald Trump anunciara aranceles del 5 por ciento a las importaciones mexicanas desde el lunes en represalia por el flujo de migrantes indocumentados hacia el norte.
Pero un día después la carga fluía sin aspavientos a través de la aduana.
Después de tres días de negociaciones en Washington, Estados Unidos y México alcanzaron el viernes por la noche un acuerdo sobre inmigración que deja “suspendidos indefinidamente” los aranceles del 5 por ciento que Trump amenazaba con imponer a todas las importaciones mexicanas y que entraban en vigor el 10 de junio.
También amenazó aumentar mensualmente los aranceles a todos los bienes mexicanos, hasta un máximo del 25 por ciento en octubre, a menos que México, que exporta a Estados Unidos 350 mil millones de productos al año, tomase acciones contra el paso hacia el norte de migrantes.
La medida habría golpeado duramente a California, que importó 44 mil millones de bienes de México en 2018, sobre todo productos agrícolas, equipos de transporte y productos electrónicos.
“Si los aranceles hubiesen subido, todas los tarifas habrían subido”, dice Rafael Toledo, empleado de una empresa de remolques, haciendo su trayecto diario desde México ayer.
“Pero no estoy preocupado porque todo se resolvió, ¿no? No creo que haya problemas ahora. Los aranceles son malos para Estados Unidos y malos para México”, añade el hombre de 61 años.
Daniela Clark, una mexicana de visita en Estados Unidos, dice que el negocio de exportación de aguacates de su familia se habría visto forzado a subir los precios si los aranceles hubiesen entrado en efecto.
“Tienen que vender sus aguacates en Estados Unidos y nadie los habría querido comprar”, afirma.
Jorge Hernández, un distribuidor de 39 años de alimentos agrícolas que cruza diariamente a México, recuenta la escena del viernes de “miles de camiones en línea para cruzar” al lado estadounidense.
“Cuando se anunció el acuerdo todos desaparecieron”, dice, mientras su equipo mueve cajas de sandías.
“La gente se apuraba para traer bienes por la frontera. Vi cajas y cajas de alimentos apilados, y ahora no saben qué hacer con todo eso”.
Jesús Baracamontes, que conduce un montacargas en la aduana, señala que los bienes seguirían cruzando sin importar los aranceles, aunque cualquier aumento en los precios de la comida lo sentiría en su bolsillo.
Expertos coinciden en que las medidas habrían sido negativas para ambos países, especialmente porque Estados Unidos ya libra una guerra comercial con China que afecta a los agricultores estadounidenses.
DISCREPANCIAS
Críticas y festejo en México por acuerdo
Los principales partidos de la oposición mexicana arremetieron ayer contra el acuerdo migratorio que alcanzó México con EEUU por considerar que el Gobierno mexicano se “rindió” ante la exigencia de “militarizar” la frontera sur. Mientras, el presidente Andrés López Obrador, festejó en Tijuana como una resonante victoria el acuerdo alcanzado con su homólogo estadounidense, Donald Trump, que evitó la imposición de aranceles a partir del lunes, pero además permite “atender las causas” de fondo de la migración.
“El Gobierno de México fue obligado a cumplir con el despliegue de un muro militar en el sur”, criticó a través de redes sociales Marko Cortés, presidente del derechista Partido Acción Nacional (PAN), la segunda fuerza política.
Aunque admitió que “es positivo para el país que no haya nuevos aranceles a productos mexicanos”, consideró que “la soberanía y la dignidad de México han sido lastimadas” en este acuerdo negociado con “miedo”.
Trump pronostica “un gran éxito” del convenio
Washington
Afp
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que el acuerdo de última hora alcanzado para evitar aranceles a todos los productos de México funcionará si el vecino del sur cumple con su parte para frenar el flujo migratorio, una manera de justificar su política de mano dura y de amenazas de sanciones económicas.
“México se esforzará mucho, y si lo hace, ¡éste será un acuerdo muy exitoso tanto para Estados Unidos como para México!”, tuiteó Trump.
El mandatario también anunció que el país vecino “aceptó comenzar de inmediato a comprar grandes cantidades de productos agrícolas a (los) grandes agricultores patriotas” estadounidenses.