Las relaciones entre Washington y Pekín se tensan peligrosamente
¿Simple enojo pasajero en una relación tumultuosa, o inicio de un antagonismo duradero? La diplomacia estadounidense camina sobre una delgada línea en su relación con China, lo que hace temer a los expertos consecuencias a largo plazo.
La visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, provocó la ira de China, que considera a la isla parte de su territorio.
Y la Casa Blanca, hasta ahora muy medida, condenó el comportamiento “irresponsable” de Pekín, así como sus maniobras militares cerca de Taiwán, sin dejar de esforzarse por no complicar aún más una relación particularmente tensa.
Según Washington, la visita de Pelosi a la isla no cambia nada en cuanto a la política de una sola China.
Rupturas
“No queremos, no buscamos provocar una crisis” con China, insistió el viernes el vocero del Consejo Nacional de Seguridad, John Kirby, tras pedir a Pekín rebajar las tensiones en la región y desistir de sus maniobras militares.
Pero eso no impidió que China suspendiera el mismo día toda cooperación con EEUU en materia de calentamiento global y otras áreas, mientras continúa con las mayores maniobras militares jamás organizadas cerca de Taiwán.
Esto evidencia la vaguedad del concepto de “ambigüedad estratégica” que mantiene EEUU respecto del Gobierno de Taiwán desde hace décadas.
Dos frentes
Los expertos señalan que el momento del viaje de Pelosi fue particularmente mal elegido, y advierten sobre una peligrosa escalada cuando EEUU y sus aliados Occidentales se encuentran en un conflicto indirecto con Rusia tras la invasión de Ucrania.
“No sabemos si esas tensiones son solamente algo temporal, pero el momento de la visita fue particularmente mal elegido”, afirma a la AFP Bonnie Glaser, especialista en China del centro de investigaciones German Marshall Fund.
“No creo que nos dirijamos hacia un conflicto armado”, agrega, “pero la relación sino-estadounidense atraviesa actualmente un muy mal momento”.
La experta considera “particularmente preocupante” la suspensión de acuerdos de cooperación cruciales para la estabilidad de la región, como el de la cooperación militar marítima que busca justamente evitar una escalada.
Enojo subestimado
Para Glaser, EEUU sin duda “subestimó” el enojo provocado en la opinión pública china y la reacción del presidente Xi Jinping previo al congreso del Partido Comunista, que se realizará en otoño y debería ratificarlo para un tercer mandato.
Otro experto, Robert Sutter, profesor en la universidad George Washington, estima que “las consecuencias de disparos de misiles y otros actos militares provocadores van a hacerse sentir en los próximos días y posiblemente semanas, al igual que otras medidas chinas”.