Arte. Salones Gíldaro Antezana y Walter Terrazas abren sus puertas con nuevas propuestas
La escena artística en Cochabamba se enriquece con dos exposiciones que se centran en la diversidad de enfoques y trayectorias. A través de sus obras, ambos artistas invitan al público a reflexionar sobre la realidad, el tiempo y la naturaleza. Una es una exposición colectiva y otra es individual.
Víctorino Mercado forma parte de una exposición colectiva “Visiones dispares”,en el salón Gíldaro Antezana, donde comparte espacio con otros artistas, como Fredi Jaldín, Simón Copali, Rolando Piñeiro y Juan Carlos Bustos. La exposición se caracteriza por una variedad de estilos y temáticas, lo que ofrece al espectador una experiencia artística inevitablemente diversa.
Según Mercado, su obra presenta un recorrido por detalles que van desde formas poco convencionales hasta elementos arquitectónicos coloniales, todo impregnado de un carácter espiritual. “Mi búsqueda de un sentido reflexivo se acentúa en esta exposición, con trazos que contrastan con la realidad, siempre brindando una luz de esperanza en medio de un aparente ocaso”, explicó el artista.
Para Mercado, participar en exposiciones colectivas es una oportunidad fundamental para compartir su trabajo con el público. La interacción con otros artistas también le resulta enriquecedora, pues permite el intercambio de ideas y enfoques artísticos.
La exposición estará abierta hasta el 13 de octubre.
Por otro lado, en el Salón Walter Terrazas Pardo de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP), Nelcy Camacho celebra sus 50 años de trayectoria artística con una exposición individual. Esta muestra reúne una selección de sus últimas obras en óleo, acuarela y acrílico, en las que Camacho plasma su fascinación por la naturaleza viva, casonas de antaño y paisajes de diferentes regiones de Bolivia.
“Mi obra siempre estuvo ligada a la naturaleza: animales, plantas, paisajes y casonas que ya no existen. Cada pintura es un reflejo de mi andar por Bolivia y de mi conexión con lo natural”, comentó Camacho.
Para la artista, esta exposición es un recorrido por su vida y su arte, marcado por las dificultades que enfrentó a lo largo de su carrera, especialmente en una época en la que el arte era considerado un campo predominantemente masculino.
Camacho recuerda que, al inicio de su carrera, tuvo que fabricar sus propios colores debido a la falta de materiales de calidad en el país. Con el tiempo, ha visto cómo la sociedad boliviana evolucionó en su apreciación del arte, y valora la mayor asistencia a galerías y eventos culturales en comparación con años anteriores.
“Antes, teníamos que ir personalmente a mostrar nuestras obras, pero hoy en día hay más expectativas y proyección para los artistas”, señaló.
Su muestra estará abierta hasta el 14 de octubre, ofreciendo al público la oportunidad de sumergirse en su arte, donde la naturaleza y la vida cotidiana se entrelazan en cada pincelada. Una muestra de ello es su más reciente cuadro titulado “Devastación”, que refleja el desastre nacional por los incendios en el oriente del país.
Camacho afirma que Cochabamba necesita más espacios accesibles para que los artistas puedan exponer sus obras. Aunque la ciudad cuenta con salones como el Gíldaro Antezana, los trámites y requisitos para acceder a estos espacios limitan las oportunidades para muchos artistas emergentes.