China “jamás renunciará al uso de la fuerza en Taiwán”, dice Xi Jinping
El presidente chino Xi Jinping aseguró ayer que su país “jamás renunciará al uso de la fuerza” para conseguir la reunificación de Taiwán y criticó la “interferencia” de “fuerzas externas” en la isla.
“Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto del pueblo chino y debe ser resuelto únicamente por el pueblo chino. Intentaremos buscar la perspectiva de una reunificación pacífica con la máxima sinceridad y los mayores esfuerzos”, dijo en el discurso inaugural del Congreso del Partido Comunista en Pekín.
“Pero no nos comprometeremos jamás a abandonar el recurso de la fuerza y nos reservamos la posibilidad de tomar todas las medidas necesarias”, advirtió.
Separada de facto de la China comunista desde 1949, Taiwán es una isla de gobierno autónomo y democrático que Pekín considera parte de su territorio y aspira a recuperar.
“Las ruedas históricas de la reunificación nacional y el rejuvenecimiento nacional están avanzando”, dijo Xi. “La reunificación de la patria se debe conseguir y se conseguirá”, aseguró.
El dirigente, que debe conseguir un tercer mandato en el poder en este congreso, también denunció la interferencia de “fuerzas externas” en Taiwán.
“Hemos dirigido con resolución una lucha contra el separatismo y la interferencia, y demostrado nuestra determinación y nuestra capacidad de salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial y de oponernos a la independencia de Taiwán”, dijo Xi.
El secretario general del Partido Comunista de China (PCC) y líder indiscutible del gigante asiático, Xi Jinping, inauguró hoy el XX Congreso de la formación, llamado a afianzar aún más su poder con un tercer mandato quinquenal inédito entre sus predecesores.
Horas antes del cónclave, que se celebra con un Pekín blindado y bajo fuertes restricciones para los periodistas debido a las draconianas medidas contra la Covid, desapareció la espesa capa de contaminación que cubría la capital china en los últimos días para dar paso al cielo azul característico de los grandes eventos.
Los periodistas permanecieron cuarentenados con dos días de antelación para poder asistir a la cita, durante el cual el uso de mascarillas, obligatoriamente de color blanco o azul, fue obligatorio, en línea con la política china de cero Covid.
El actual número dos de la formación, Li Keqiang -que en marzo abandonará su cargo como primer ministro- declaró inaugurado el evento -que se prolongará durante una semana- en el Gran Palacio del Pueblo, y posteriormente sonó el himno nacional antes de que Xi comenzase su discurso, en el que rindió cuentas sobre lo acontecido en el país desde el último congreso, celebrado hace cinco años, ante los casi 2.300 delegados presentes. Lo hizo, además, ante antiguos mandatarios del partido presentes.
La ideología fue clave en el discurso
El mandatario chino abrió con menciones a la adaptación del marxismo-leninismo al contexto chino, la defensa de “la eficacia de la democracia popular” comunista o llamadas a construir “un país socialista moderno en todos los aspectos bajo el imperio de la ley”.