RSF: La desinformación y la inteligencia artificial afectan a la libertad de prensa en todo el mundo
El mapa de la libertad de prensa en el mundo se tiñe de rojo. El auge de la desinformación y la inteligencia artificial, que cada vez cobran más peso a través de campañas oficiales de propaganda que dificultan discernir la verdad de lo falso se ha convertido en una dificultad creciente para la libertad de prensa en el mundo, según el informe anual publicado por Reporteros Sin Fronteras (RSF).
En su clasificación anual de 2023, que evalúa la situación en 180 países, difundida con motivo del Día Mundial de la Libertad de la Prensa, RSF destaca un retroceso a nivel mundial sin precedentes, con solo tres de cada diez países con una situación "satisfactoria". Del total de países analizados, en 31 se considera que la libertad de prensa se encuentra en una situación “muy grave”, la clasificación más baja en el informe, frente a los 21 de hace solo dos años.
Dentro de la volatilidad general, el secretario general de RSF, Christophe Deloire, destaca el avance de 18 plazas de Brasil (puesto 92), ligado a la salida del poder del anterior presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, o la caída de 31 de Senegal, que lideraba la clasificación en África. "La inestabilidad es el efecto de una agresividad creciente del poder en numerosos países contra los periodistas en las redes sociales y en el mundo físico", agregó Deloire, quien resaltó la fragilidad de América Latina, una región con un índice de asesinatos de informadores equivalente al de los países en guerra.
RSF apunta también a las campañas de desinformación, que definen como "industria del engaño". En ese contexto, el desarrollo de la Inteligencia Artificial generativa "ha sacudido al universo ya frágil de los medios" junto a actitudes como la de el nuevo propietario de Twitter, Elon Musk, que "ha llevado al extremo una lógica arbitraria y de censura", lo que pone de manifiesto "las arenas movedizas" en las que se mueve el periodismo.
Un campo de batalla, el de la desinformación, que se ha nutrido de la guerra de Ucrania, donde Rusia "puso en marcha en un tiempo récord un arsenal mediático" para difundir su discurso oficial, lo que ha hecho a ese país caer nueve puestos en la clasificación de RSF, que lo sitúa en el 164. Desde el inicio de la guerra, el Kremlin ha reforzado su campaña de acoso a los medios críticos, forzando a la inmensa mayoría a cerrar o a publicar desde el exilio. La persecución a los periodistas se cobró el mes pasado su última víctima, con la detención de periodista estadounidense del Wall Street Journal Evan Gershkovich acusado de "espionaje". La guerra arrastra también a Ucrania, donde ejercer el oficio de periodista nunca ha sido tan difícil.
La situación de la libertad de prensa es "muy grave" en 31 países -cifra sin precedentes-, "difícil" en 42, "problemática" en 55, "buena" en 44 (casi todos en Europa) y solo "muy buena" en 8. Es decir, las condiciones para ejercer el periodismo son adversas en 7 de cada 10 países del mundo.
Un campo de batalla, el de la desinformación, que se ha nutrido de la guerra de Ucrania, donde Rusia "puso en marcha en un tiempo récord un arsenal mediático" para difundir su discurso oficial, lo que ha hecho a ese país caer nueve puestos en la clasificación de RSF, que lo sitúa en el 164. Desde el inicio de la guerra, el Kremlin ha reforzado su campaña de acoso a los medios críticos, forzando a la inmensa mayoría a cerrar o a publicar desde el exilio. La persecución a los periodistas se cobró el mes pasado su última víctima, con la detención de periodista estadounidense del Wall Street Journal Evan Gershkovich acusado de "espionaje". La guerra arrastra también a Ucrania, donde ejercer el oficio de periodista nunca ha sido tan difícil.
La situación de la libertad de prensa es "muy grave" en 31 países -cifra sin precedentes-, "difícil" en 42, "problemática" en 55, "buena" en 44 (casi todos en Europa) y solo "muy buena" en 8. Es decir, las condiciones para ejercer el periodismo son adversas en 7 de cada 10 países del mundo.
La concentración de medios en manos de oligarcas próximos al gobierno ultranacionalista del primer ministro Narendra Modi en India y la creciente represión de periodistas en vísperas de las elecciones del 14 de mayo en Turquía (la democracia con más periodistas encarcelados del mundo) han hecho caer a esos dos países a la zona de situación "muy grave", mientras que Irán prosigue su descenso marcado por la respuesta del régimen a las protestas que siguieron a la muerte de la joven Mahsa Amini.
Importantes caídas también en Túnez, con el presidente Kais Saied "cada vez más autoritario" y Perú (que pierde 33 puestos hasta el 110), "donde los periodistas pagan el precio de una inestabilidad persistente".
Las buenas noticias llegan del lado de países como Australia, que gana 12 plazas, o Malasia, que progresa 40. El informe también alerta de la situación de Alemania, que pierde cinco plazas en un año "récord" en actos violentos y detenciones de periodistas. Por su parte, Grecia, donde los periodistas han sido espiados por los servicios de inteligencia y por poderosos programas de espionaje, sigue siendo el único país de la UE en el que la situación es "problemática", ocupando el puesto 107,
La libertad de prensa en España ha retrocedido cuatro puntos hasta ocupar el puesto 36 debido principalmente a la precariedad laborar y a las expectativas desfavorables sobre la derogación de los artículos más polémicos y perjudiciales para la libertad de información de la "Ley Mordaza".