El Presidente de Corea del Sur, al borde de ser destituido luego de su fugaz ley marcial
La presión política y social contra el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha aumentado ayer con la presentación de una moción parlamentaria por parte de la oposición para su destitución, después de que el mandatario impusiera la ley marcial y la revocara horas, en la madrugada.
La principal fuerza opositora de Corea del Sur, el Partido Demócrata (PD), y otras cinco formaciones presentaron ayer una moción parlamentaria para la destitución de Yoon, iniciando así el proceso que podría desembocar en la suspensión del ejercicio del poder del mandatario, cuyo partido gobierna en minoría.
La moción de destitución fue anunciada ante los medios en la Asamblea Nacional por los 192 diputados que suman los seis partidos.
Sus impulsores señalaron que prevén votar la propuesta el viernes 6 o el sábado 7, dentro del plazo de 72 horas que fija la normativa.
Antes de iniciarse la moción, el Partido Demócrata exigió a Yoon que abandonara su cargo y tachó su declaración de la ley marcial como “una clara violación de la Constitución”. La mayoría de los millares de personas que se congregaron el martes frente a la Asamblea Nacional para reclamar la dimisión de Yoon se habían dispersado ya a mediodía de ayer, aunque algunos grupos todavía permanecían concentrados frente al edificio, rodeado de un amplio dispositivo de seguridad, informaron los medios locales.
Los manifestantes desafiaron las órdenes del mando militar decretado bajo la ley marcial, que prohibió durante la vigencia de esa medida toda actividad política, y mientras cerca de 300 soldados entraban en el recinto de la Asamblea Nacional para tratar de tomar el órgano legislativo, lo que no llegó a producirse.