García Linera explica su repliegue táctico
El vicepresidente Álvaro García Linera explicó que su decisión de no candidatear en un eventual binomio con el jefe de Estado, Evo Morales Ayma, en 2019 —imposibilitado por el referendo de febrero pasado para volver a postularse por un periodo más— otorgará al Presidente más opciones para revertir el No.
En declaraciones brindadas al periódico español El País, García Linera al ratificar el anuncio de no volver a formar pareja electoral con Morales Ayma se debe a permitirle “un mayor margen de maniobra” política al MAS y a su líder.
Si esta decisión significa dejar la estructura política, el Segundo Mandatario fue claro al sostener que eso “no significa que abandone a Evo, a quien acompañaré en todas las batallas futuras”.
García Linera —según el medio español—, quiere dejar el Estado para “ir a la primera línea, donde afirma que le encanta estar, “allí donde se define nuestro destino”. Este lugar es “la batalla cultural, la batalla por las ideas”.
En la entrevista, García Linera aseguró que el aparente viraje de Latinoamérica a la derecha no afectará la experiencia del llamado “proceso de cambio” boliviano. “Si nosotros entendemos el proceso de repliegue y seguimos en el Gobierno, tenemos posibilidad de remontarlo”.
“A diferencia nuestra, en otros países no supieron detectar la reconfiguración de las ideologías sociales. Además, nos sostiene una sólida economía”, agregó. “Sin eso, un error político puede ser tu perdición; claro que no hay que exagerar, porque demasiados errores políticos e ideológicos pueden agotar este marco económico de protección”, advirtió.
LO QUE HARÍA GARCÍA LINERA
Consultado sobre el papel que jugará el Congreso del MAS y Álvaro García Linera en la tarea de remontar este “reflujo”, el Vicepresidente dijo “Álvaro García ha de seguir acompañando al presidente Evo en todas las batallas futuras, de eso no cabe la menor duda. Pero soy más útil en otra trinchera, que considero más difícil: publicar, escribir, tener un programa de radio o tv, formar cuadros, lo que sea posible en la batalla de las ideas, clave de la continuidad y donde estamos más débiles. Para un revolucionario, es mejor estar por fuera del Gobierno”, apuntó. “La sociedad está conforme con el proceso. En Brasil y Argentina, en cambio, lo que hay es una restauración neoliberal”, añadió García.