Para mejorar la calidad de la educación en Bolivia
La educación en Bolivia está regulada por la Ley 070 de Educación Avelino Siñani–Elizardo Pérez, de 20 de diciembre de 2010. La cual, de acuerdo con la opinión de varios educadores del país, no se ha podido implementar en su plenitud durante la última década, debido a que adolece de los siguientes factores limitantes: i) su diseño fue más político que pragmático, vinculado a una visión de desarrollo de país, pensado y limitado por el Gobierno de turno, más que a una política de Estado; ii) la falta de recursos económicos para desarrollar el plan; y iii) la insuficiente capacidad administrativa y profesional, tanto de los responsables del ministerio de Educación, como también del magisterio urbano y rural, para efectivizar dicho plan.
Hace poco se realizó una interesante tertulia científica denominada “Propuesta de mejora y cambio de la Ley de Educación en Bolivia” y organizada por la Sociedad Científica de Doctores, una asociación civil sin fines de lucro, con sede en Santa Cruz y conformada por profesionales en distintas áreas del conocimiento que tengan ese grado académico. de Bolivia cuyo video está al alcance del público en general en (https://www.facebook.com/socidoc.santacruz/videos/2838754379739367). Uno de los tres expositores, Jesús Manuel Ordoñez, dividió sus sugerencias en dos secciones: lo que se puede rescatar da la actual Ley 070 y lo que se debería cambiar.
Con relación a lo que se puede mejorar sin cambiar la Ley 070, él sugiere entre otras cosas, las siguientes medidas más destacadas: a) fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, capacitando al docente en el uso y aplicación de las tecnologías de información y de la comunicación (TIC), cuya deficiencia se vio demostrada con la clausura del año escolar por la pandemia de Covid-19 y la imposibilidad de imponer la enseñanza por el modo virtual; b) asignar mayores recursos del TGN para la dotación de más profesores, infraestructura y equipamiento educativo; c) hacer una realidad la tan pregonada pero poca atendida “educación técnica media”, dotándola de la infraestructura, maquinaria y maestros necesarios para ese fin; y d) evaluar el proceso continuo de implementación de la ley señalando honestamente sus resultados.
Con relación a los cambios que se deberían aplicar, se destaca: 1) “descolonizar” la Ley Avelino Siñani–Elizardo Pérez por otra más actualizada, que mire más al futuro que al pasado, que adopte los lineamientos de una educación moderna tal como se está aplicando actualmente en el mundo, haciendo énfasis en favor del idioma castellano sobre los idiomas originarios, ya que, en la realidad, es el único idioma que usan las diferentes etnias para comunicarse entre todos en el país (a ello yo añadiría la necesidad de enseñar el idioma inglés, por ser ampliamente utilizado en el mundo para todas las actividades comerciales, educativas y sociales); y 2) descentralizar la administración de la educación, permitiendo que cada región y/o municipio administre la educación de acuerdo con sus necesidades y realidades.
A mi modo de ver, estas sugerencias son muy válidas e importantes de tomar en cuenta. Sin embargo, yo aconsejaría seguir el exitoso ejemplo logrado por los países nórdicos (en especial el de Finlandia) que, a pesar de ser países chicos sin un peso importante en el contexto mundial y con poblaciones iguales o menores que la de Bolivia, han logrado niveles de educación muy superiores a los alcanzados por las grandes potencias mundiales, tal como lo explica claramente la Organización Hispanoamericanos Unidos, que busca mejorar la política pública en Latinoamérica, imitando y adaptando las experiencias exitosas en el resto del mundo (vean su video en YouTube: Qué aprender de Finlandia. ¡Un increíble sistema de educación!, visto por unos dos millones de personas y publicado en enero de 2018).
El éxito de estos países se debe a que la educación es reconocida como el principal factor de desarrollo, sin que implique la necesidad de invertir enormes cantidades de dinero en ella. Sus logros educativos se han logrado gracias a dos ideas claves principales:
1. El valor de aprender: haciendo énfasis en una educación basada en lograr el entendimiento y comprensión del alumno frente a cualquier materia, incentivando la investigación a través de la lectura, evitando la memorización y carga excesiva de tareas que lo único que logran es el cansancio y agotamiento del estudiante.
2. Los profesores: en estos países se premia el conocimiento por encima del nivel socioeconómico, por eso los profesores son muy respetados y valorados en esas sociedades. Solo el 10% de los mejores profesionales son seleccionados para ejercer la carrera de profesor, la cual es muy bien remunerada. Al profesor se le exige que haga el rol de coach o entrenador, su misión principal es lograr que el alumno comprenda la materia y no se dedique tanto a examinarlo.
Ojalá en Bolivia, se adopten estos criterios tan interesantes, en lugar de dedicarse simplemente a hacer leyes extensas que solo quedan en el papel, para la historia. En otras palabras, hay que pensar más en el modelo de educación a aplicar y después vendrán las leyes que permitan brindarle la protección y el andamiaje correspondiente.
El autor es Ph.D. en economía
Columnas de CARLOS ALBERTO IBAÑEZ MEIER