Guarderías y guardianes: Elementos de nazismo/fascismo en el MAS evista
Soldados y soldaditos, armas y juguetes similares, son la delicia de todas las guarderías. Lo increíble es cómo, en algunos casos, los infatilismos persisten y, en vez de abandonarse, el gusto por ese tipo de juguetes, banderas y disfraces se acrecienta.
Nada le place más, a cuanto es ridículo, que mostrarse enfundado, si no en oropeles, por lo menos en uniformes.
El mismo Evo, siempre amó los disfraces. Y nunca se lo veía más radiante que cuando los milicos le endilgaban uniforme. No hay dictador en ciernes, o en sueños, que no acaricie escenarios de guardería. Y Evo ahora tiene su “guardia” personal y, hay que decirlo, informal. Paralela a la policía, seguramente ésta, ni nadie ni nada, tiene la menor tuición sobre ella. Se trata, evidentemente, de grupos paramilitares en ciernes, ante la vista de todos.
Es delicioso leer las descripciones en la nota de prensa:
“grupo de jóvenes que vestían poleras negras con una wiphala estampada, lentes y gorras oscuras, cintillos en el brazo izquierdo y algunos cubrían su rostro con pañoletas o capuchas”
O mejor aún:
“Vestían poleras blancas, chalecos, gorras y pantalón negro; todos llevaban toletes y agentes químicos. Formaron una cadena humana cuando Morales llegó al aeropuerto y lo escoltaron hasta el palco. Posteriormente ejercieron también tareas de seguridad del líder del MAS en su retorno al Chapare” (hace tres semanas).
Afanosos, los “dirigentes” dice que, donde vaya Evo, pueden reunir hasta 200 “guardias”. Algunos, como la prensa lo hizo notar, o son macabros venezolanos mandados desde allí o, como tratan de disimular, son jóvenes locales que “por simpatía” (¿con los asesinos?) se ponen insignias venezolanas.
Hanna Arendt, en su temprano estudio sobre el totalitarismo, ya había observado esa proliferación de grupos de choque paralelos (tan empleados para cometer asesinatos sobre manifestantes en Venezuela con los “colectivos” chavistas, y en Nicaragua, con los motoqueros orteguistas). Los análisis de Arendt sobre las características del nazismo se sorprendían al ver formaciones nueva e inéditas, que luego se reproducirían por todas partes y hasta el hartazgo, tal como aquí mismo lo estamos viendo.
Arendt: “El medio de organización más sorprendentemente nuevo de los movimientos en su fase anterior a la conquista del poder es la creación de las llamadas organizaciones frontales....”. Siguen al “principio del jefe” y no responden a la ley.
Menos mal, espero, no creo que nada pase de semejantes paradas circenses, puestas al servicio del ego imaginario y grandioso de Evo (el Fraudulento), que no necesitaría más de los cuatro tristes gatos que habitualmente lo rodean. Hasta para el mismo MAS, el inútilmente resguardado personaje ya se va convirtiendo en un lastre (una liability, dirían en inglés) y ningún “imperio” pierde el tiempo en complotar contra él, que no para de hablar las tonteras y mentiras al uso, en la periferia de la periferia. Entre los juegos de guardería y los juegos de guardias, en el fondo y hasta ahora, por suerte, no hay mucha diferencia. Esperemos que nunca pase de eso.
El autor es escritor
Columnas de JUAN CRISTÓBAL MAC LEAN E.