“La Nación” y “Clarín” frente a la verdad
La Nación, de Buenos Aires, tenido como el mayor diario de Sudamérica, y Clarín, popular matutino bonaerense, se ocupan de Bolivia, de las mentiras que ha difundido entre otros un embajador gaucho a quién hacen eco los masistas de la Cancillería y de la lusticia que sostienen “el golpe”.
Hago mía la frase de Gary Antonio Rodríguez: “Doy gracias a Dios por poder compartir libremente mis columnas con propuestas para forjar una Bolivia digna, soberana, con buena salud, educación y oportunidad para todos, una Bolivia con menos pobres, autosuficiente para general empleos dignos y sostenibles en el tiempo”.
En efecto, hemos sostenido desde siempre, a lo largo de la administración masista, que la contribución mayor a la creación de empleo lo ha dado el sistema cooperativo de ahorro y crédito, creando puestos de trabajo fijo como la mayor contribución a la productividad, lo cual es relevante.
De vuelta al fondo del texto, llama la atención que los grandes medios nombrados hubiesen reaccionado con fuerza cuando en Bolivia se trata de involucrar a Argentina en un supuesto “golpe de Estado” que no existió, más todavía cuando la OEA ha reiterado de forma clara su informe de «fraude» cometido por Evo Morales Ayma en octubre de 2019.
Refiriéndose al tema, Alberto de Olivia Maya hace ver que “este Gobierno se ha propuesto competir en un concurso de vicios y ridiculeces como sostén de la verdad”. Agrega el autor citado: “esta comedia clásica de los masistas está de caída por falta de credibilidad y por las formas estrechas y débiles de una política lógica alejada de la realidad y que ha encerrado al presidente Luis Arce”.
Olivia Maya sostiene que “si a nivel individual poco importa hacer el ridículo, hacerlo en lo político es un acto descarado, déspota, soberbio e ignorante que sin duda pasa factura y puede ser el comienzo de la destrucción de una nación y del sistema que la gobierna”.
Otros pensadores coinciden en que “la democracia sobrevive cuando la inteligencia del sistema compensa la mediocridad de los actores. Nos estamos jugando demasiado al confiar en gobernantes incompetentes y deshonestos, que se aprovechan de una justicia corrupta”.
No es nada simple lo que está pasando con las mentiras oficiales, cuando los ciudadanos están con las pruebas de la verdad en el caso de las armas recibidas de Argentina.
Todo el barullo se origina en la amenaza de García Linera al general Terceros (hoy en detención preventiva): “si usted no deja salir de Bolivia al avión mexicano con Morales a bordo, los nuestros incendiarán la ciudad”. Pocas horas después mientras el avión trasladaba a las autoridades renunciantes, cientos de masistas incendiaban comisarías, almacenes del Estado, viviendas particulares y decenas de buses municipales.
El autor es periodista
Columnas de MAURICIO AIRA