Las AFP y el Tarzán de jardín
1.- Hace 11 años, con bombos y platillos, el Gobierno del MAS nacionalizó las AFP. En la época, echó un feroz grito como Tarzán conquistando la selva neoliberal. Por fin, los ahorros de toda la vida de los bolivianos estarían en las sagradas manos del Estado. Pututus al viento, la revolución daba un paso histórico en su devenir dialéctico.
2.- Van 132 meses, 4.015 días, 11 años, que la gestora pública fue creada para controlar los recursos de los bolivianos, pero hasta ahora no se hace cargo de las AFP. Algunos dirán “enhorabuena, la ineficacia nos está protegiendo de una mala gestión”. Recordemos que los fondos de pensión administran la friolera suma de 21 mil millones de dólares, de los ahorros de toda una vida, de por lo menos 3 generaciones de contribuyentes.
3.- El Gobierno ha aducido problemas técnicos, las bases de datos y el software por el “pequeño retraso” en el control del sistema de pensiones. Simplemente, como nota anecdótica, quisiera dejar registrado que el hombre ha llegado a la luna en 10 años y aquí decimos que es un tema tecnológico que explica por qué el Estado boliviano no se hizo cargo de los fondos de pensiones estatizados.
4.- Pero resulta que ahora estamos frente a un hecho muy sui generis para decir lo menos. Las AFP hicieron un juicio al Estado boliviano por no consumar la nacionalización. Si hace 11 meses el Estado se hubiera hecho cargo de los recursos de los pensionistas, habría tenido que pagar 15 millones de dólares de indemnización. Pero como hasta ahora no lo pudo hacer, debe pagar 115 millones. La empresa nacionalizada le sigue un juicio al Estado boliviano (“retraso injustificado” en el proceso de nacionalización) por no haber consumado la nacionalización y le gana.
Te casaste hace 11 años, prometiste el cielo, la tierra y el universo visto por el telescopio James Webb, pero hasta ahora no consumas el acto.
5.- No me extrañaría que, para justificar esta ineficiencia e incompetencia, salga alguien del Gobierno y nos diga que ésta es una innovación en la nacionalización. Esta es la versión: homeopática. Lenta pero segura.
6.- Pero ¿qué pasó con el vigoroso Tarzán nacionalizador? Resultó ser de jardín. Como dice el viejo huayño orureño: sus brazos dinamita, sus piernas dinamita, sus pectorales dinamita, pero su mecha bien chiquita.
Columnas de GONZALO CHÁVEZ Á.