Día Contra el Trabajo Infantil
Cada 12 de junio, desde 2002, es una jornada dedicada a tomar conciencia de las implicaciones del trabajo de los niños, denunciar la explotación de los infantes y aunar esfuerzos para erradicarla, pues persiste en muchos países del mundo.
Los niños obligados a trabajar son coartados en sus derechos a la educación, la salud y a una vida digna que les permita lograr su desarrollo pleno y bienestar integral, constatan las convenciones promovidas sobre este tema por la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
El anhelo siempre será que los niños vivan esta etapa de su desarrollo en condiciones óptimas sin someterse a actividades que rompan con esta fase de su crecimiento. Sin embargo, la realidad y las condiciones de pobreza continúan empujando a que muchos comiencen a trabajar en diferentes rubros de forma muy temprana.
La OIT busca fijar la edad mínima para el trabajo infantil, incluso, en países donde se acepta que los menores de edad trabajen para apoyar a sus familias y promover la transmisión de valores, a través del aprendizaje de un oficio.
Aunque lo ideal es que los niños se desarrollen plenamente hasta los 12 años sin trabajar, la realidad es muy distinta. Por esas y más razones, se instituyó el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con el compromiso renovado de erradicarlo.
Asimismo, uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible “hace un llamamiento a la comunidad internacional para(...) adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, para 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas.
En Bolivia, se estima que unos 800 mil niños trabajan, un 45% de ellos son menores de 18 años.
La legislación nacional permite el trabajo infantil a partir de los 10 años, pero bajo ciertas condiciones. El Código del Niño, Niña y Adolescente establece que la edad mínima para trabajar es 14 años, pero en circunstancias especiales y con autorización de sus padres.
El tema continúa generando debate y argumentos a favor y en contra, ya que algunas organizaciones internacionales consideran que se vulneran los derechos de los niños a vivir sin las presiones del trabajo y el peso de apoyar económicamente a sus familias.
Con seguridad muchos nos hemos encontrado con niños trabajadores en nuestro caminar y constatamos su dura realidad. Aunque existen opiniones diferentes sobre si se los debe apoyar, en lo que no hay diferencias es que, como todos, merecen un trato digno y respetuoso; pues sólo cada uno de ellos conoce las razones para salir a trabajar sacrificando una parte de su niñez.