Ante crítica situación de la Policía, se sugiere reestructuración total
La corrupción crónica que involucra a la Policía Boliviana por narcotráfico, robo y autos chutos, entre otros, pone en evidencia que “organizaciones criminales externas están penetrando en la institución”, además de la intromisión y manoseo político que sufre, y ver la profesión como negocio, sostienen analistas al indicar que no se toman decisiones estructurales para solucionar la situación de la fuerza del orden.
“No es la primera vez que surge este tipo de escándalos en la Policía. Cada que ocurre un hecho que involucra con delitos a funcionarios policiales salen a la palestra, el Gobierno, asambleístas, entre otros, que piden refundación, castigos; pero todo queda en discurso o se hacen cambios de maquillaje; en tanto, los tentáculos criminales ganan espacio en la institución del verde olivo”, señala la politóloga Patricia Velasco.
El constitucionalista Paul Antonio Coca indica que “toda la ciudadanía sabe desde siempre el nivel de corrupción que hay en la Policía, pero que ahora se visibiliza debido a los nuevos elementos tecnológicos”, pero que también se debe considerar que la institución se ha constituido en una inversión de los que ingresan para luego recuperar.
“Los ciudadanos saben. A muchos ya no nos sorprende todo esto. Se descubre y sólo es la punta del iceberg, porque vienen otros casos. En Bolivia, lamentablemente, con la mínima formación ya eres policía de base; a la Academia la exigencia es mayor, pero los que ingresan lo toman como una inversión que luego de egresado se tiene que recuperar. Por ahí ya viene la corrupción”, indicó.
Para el abogado y exoficial de las Fuerzas Armadas, Omar Durán, la Policía se ha convertido en un espacio donde llegan “los reciclados”, es decir, aquellas personas que por diferentes circunstancias no pudieron seguir una formación universitaria o en un instituto militar, entre otros.
“Hoy en día, ese reciclaje de personas están en la Policía. Lo que se ha permitido es que el peor elemento sea efectivo policial, por lo que la ciudadanía ya no sabe si confiar o no en estas personas que presumiblemente resguardan la seguridad de la sociedad”, indicó al lamentar la crítica situación del verde olivo.
Aclara que el reciclaje de la sociedad, esa gente que no puede entrar a las universidades, etcétera, por diferentes factores son policías, porque se paga y “reúnen y pagan, y esta gente, cuando egresa, hace una especie de recuperación de sus dineros, y es lo que nos toca vivir a los ciudadanos”.
Dependencia
Entre las principales problemáticas de la Policía Nacional en Bolivia está su alta dependencia y subordinación a la política, con objetivos cortoplacistas y coyunturales, relegando los objetivos institucionales a los beneficios corporativos jerárquicos.
Según los entrevistados, los niveles jerárquicos de la Policía siempre están alineados con el gobierno de turno, que además de permitirles, otorgarles ascensos y promociones, les permite acceder y controlar, a través del uso de la fuerza pública, la administración temporales de la prebenda y la corrupción.
“Lo que ha hecho el MAS (Movimiento Al Socialismo) es hacer que en la sociedad policial se saque un masterado en delincuencia, porque hoy en día cualquiera ya es policía”, refiere Durán.
Crimen organizado
Sólo al considerar algunos casos de las últimas semanas, se observa como organizaciones criminales están penetrando a la fuerza del orden.
Entre estos casos podemos mencionar lo acontecido con un asalto o atraco a una vivienda en Santa Cruz, oportunidad en que los delincuentes se llevaron 50 mil bolivianos.
Entre los atracadores se encontraban tres uniformados, una de ellas, la subteniente Lizeth C., que se trasladó desde Cochabamba para participar del ilícito.
En el narcotráfico, recientemente se conoció el volteo de por lo menos 800 kilos de droga, en el que están involucrados por lo menos ocho efectivos antinarcóticos.
Además de otros casos en que están involucrados altos jefes policiales con el narcotráfico, con la oferta de protección y otros, al grupo delincuencial.
Otro hecho que enloda la imagen policial es la revelación de la participación en el robo de autos procedentes de países vecinos: Chile, Argentina y Brasil, por lo que se intervino la Dirección de
Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) de Santa Cruz.
“Éstos son algunos aspectos que sacan a luz que el crimen ha penetrado a la Policía. Estamos hablando de casos concretos, sin referirnos a las coimas que piden los efectivos por diversas circunstancias”, manifestó Velasco.
Statu quo
Para el constitucionalista Coca, la Policía se ha constituido en un elemento del esquema existente que prevalece en Bolivia: ignorar los ilícitos y dejar hacer lo que quieran los diferentes actores de la sociedad.
“La Policía Boliviana se ha convertido de un comodín dentro del esquema de statu quo que hay en Bolivia, en donde la ciudadanía hace lo que quiere, permite lo que quiere y la Policía está prácticamente de adorno, porque la Policía no tiene la capacidad económica ni la formación respectiva”, asegura.
“Politización, corrupción, el pésimo nivel de formación de sus miembros, sobre todo que la Policía se ha convertido en un agente del statu quo de la ciudadanía. Se sabe, por ejemplo, en que lugares hay contrabando, narcotráfico, pero la Policía no va a actuar porque siempre van a alegar que necesitan de una orden superior para hacerlo”, agregó.
Reestructuración
De acuerdo con estudios, para llevar adelante una “reestructuración en la Policía, por lo menos se tienen que cumplir varios aspectos”. Entre ellos:
1. Las políticas de recursos humanos para nuevos policías deben ser más exigentes, requiriendo un mayor nivel de educación y una investigación de campo para determinar antecedentes penales del postulante y de su entorno familiar, y un mayor rigor en los exámenes de ingreso.
La carrera policial debe contar con un programa de formación y profesionalización en base a perfiles que cubran las distintas especialidades, complementada con capacitación pedagógica integral y permanente que incluya temas de democracia, derechos humanos y pautas de comportamiento ético.
2. El fortalecimiento de las instancias de prevención e investigación. No se puede dejar exclusivamente en manos de la Policía el control de corrupción en su propia institución. Debe existir un órgano independiente, bajo el mando de un funcionario civil e integrado por equipos mixtos de policías y civiles, y con un régimen de empleo ajeno a la fuerza policial.
Estas instancias desarrollan estrategias preventivas para corregir fallas sistémicas que alientan prácticas corruptas.
En ese contexto, el abogado Omar Durán señala que “la Policía, de un tiempo a esta parte, está cada vez peor. La corrupción siempre ha habido, pero ahora tenemos una Policía que ya se está llevando el masterado en toda Sudamérica, una Policía muy corrupta y, lamentablemente, esto se debe por la forma usual de la formación de sus miembros”, manifestó al indicar la necesidad de un cambio en la entidad policial.
Valoración psicológica
De acuerdo con propuestas, para contar con el mejor elemento en la fuerza del orden se precisa realizar una valoración psicológica “rigurosa” a los aspirantes a la Policía, pero no sólo cuando ingresen a la institución, sino que ese procedimiento sea continuo. Asimismo, hacer también evaluaciones psicotécnicas antes de que los interesados ingresen a la Academia “para medir qué tipo de persona es, toda vez que hay personas demasiado violentas, e incluso con ciertos desvíos psicológicos, que cuando se convierten en policías y agarran las armas, se constituyen en un peligro para la sociedad”.