MAS celebra 28 años en medio de crisis y pugnas por la presidencia de 2025
El Movimiento Al Socialismo (MAS) celebra sus 28 años de existencia en medio de crisis interna, denuncias de corrupción, divisiones y peleas por la candidatura presidencial en 2025.
Analistas ven que el MAS atraviesa uno de sus momentos más delicados como partido político debido a las fisuras ocasionadas entre los llamados “renovadores”, de la línea “arcista”, y los “radicales”, de la “evista”. En los últimos meses se han escuchado denuncias de corrupción, de traición y de espionaje.
En la última etapa se observa el agotamiento de su modelo político, económico y social y se suma la electoralización anticipada para las próximas elecciones generales que se realizarán en dos años. A juicio del diputado de Comunidad Ciudadana (CC) George Komadina, en esta última etapa, el MAS está en un periodo de decadencia porque su programa ya se cumplió y ya no puede responder a las nuevas demandas de los bolivianos que están vinculadas con la reforma de la justicia, mejora de la calidad de la democracia, el desarrollo de las autonomías, mejoras en la calidad de la salud y la educación, entre las principales.
Para Komadina, la forma en que se está expresando el agotamiento del MAS es a través de las luchas internas que no se presentaron antes porque Evo Morales era el líder indiscutible e incuestionable. “Ahora tenemos otros liderazgos el del propio presidente Luis Arce, hay corrientes llamadas renovadoras que están en una encarnizada lucha con el evismo y así se expresa esta declinación histórica del MAS”, sostiene.
El politólogo Franklin Pareja señala que la disputa, lucha o fractura al interior del MAS no es una ficción, es una realidad de cara a las elecciones presidenciales porque sólo Evo Morales o Luis Arce podrá ir como candidato, no pueden ser los dos. “Para Evo, Arce es un escollo y para Arce, Evo es lo propio; pensar que esto se va a amainar es un error”, señala.
Para Pareja, la disputa que sacó a la luz denuncias serias de corrupción “muestra quiénes nos gobiernan y quiénes nos gobernaron”; además, menciona que el proceso de cambio está muy sobrevalorado simbólicamente porque en realidad son postulados universales como el respeto a la madre tierra o al medio ambiente, la inclusión social, recuperación de los recursos naturales y la lucha contra la pobreza y la realidad evidencia la depredación de las áreas naturales; la explotación ilegal y un modelo económico desfasado.
La fractura interna del MAS ha trascendido no sólo de forma ideológica sino también por denuncias de disputa de intereses, ‘‘pareciera ser una guerra sin cuartel’’, dijo. “Durante más de una década, algunos asambleístas no fiscalizaron nada ante diferentes críticas y denuncias, y que hoy en día ya realizan fiscalizaciones”, indica.
La politóloga María Teresa Zegada menciona que la electoralización anticipada en el MAS agravó la división interna que derivó en una guerra frontal entre los dos sectores del partido político, “evistas” y “arcistas”. Liderazgo de Morales Los tres entrevistados coinciden en que la imagen de Evo Morales se empañó en los últimos años y se presentan sucesos “impensables” como desplantes y agresiones al exmandatario.
Aporte
El MAS transformó Bolivia en los últimos años con la amplia participación de las organizaciones sociales de base indígena y campesina en el quehacer político, consolidando así un proceso revolucionario tras el descrédito de los partidos tradicionales. Komadina destaca que el MAS, desde su fundación a finales de la década del 90 hasta las elecciones presidenciales del año 2005 y el acto de investidura del presidente Evo Morales en 2006, se distingue de los partidos tradicionales por ser un movimiento político fuertemente conectado con organizaciones sociales de base indígena y campesina y forma parte de estos movimientos sociales.
El MAS es novedoso porque, a diferencia de la vieja izquierda, concurre a las elecciones lo que le da una característica democrática. “Es un movimiento muy fuerte que logra grandes victorias electorales sobre todo la de 2005 en la que se expresa una respuesta muy efectiva contra la crisis del sistema de los partidos tradicionales”, señala. Se presenta con un discurso profundo, pone al Estado al centro de la vida económica a través de las propuestas de nacionalización, también incluye el tema del Estado plurinacional “y eso es muy potente en términos ideológicos”, menciona Komadina.
Sobre el tema, Pareja destaca que el origen del MAS está en el área rural, a diferencia de casi todos los partidos de Bolivia que se han creado en las urbes y después se han expandido al campo. Hubo sucesivos gobiernos con una visión liberal y una partidocracia cada vez más distante de su pueblo, más corrupta y excluyente y que se turnaban en el poder.
Hubo una revolución
Para Pareja, el sujeto histórico es el campesino e indígena, es quien elabora y construye su propio instrumento político con el lema de “nosotros vamos a votar por nosotros y ya no vamos a dejarnos utilizar por los partidos que representan a los grupos de poder y a la oligarquías” y por eso forman una fuerza política conformada principalmente por personas del mundo rural. “Entonces se produjo una revolución, siendo el indígena y el campesino el sujeto principal”, sostiene.
La politóloga María Teresa Zegada relieva la particularidad del MAS en relación a los partidos tradicionales por la característica de su conformación porque cuenta con bases sociales muy fuertes que le dan legitimidad y poder. Komadina identifica que desde 2006 hasta la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) se presenta una fase de transición.
“El MAS llega al Gobierno y empieza a utilizar los instrumentos del Estado para neutralizar a sus adversarios políticos con el fin de tener el control total en los tres órganos de poder y también la propia sociedad civil, las organizaciones sindicales, campesinas y se comienzan a mostrar algunos rasgos autoritarios del manejo de la gestión estatal”, señala.
Elecciones 2025
Las próximas elecciones presidenciales de 2025, a juicio de Zegada, serán el referente del futuro político del MAS y desde ahora se observa la pugna por el liderazgo . Para Zegada, la estructura del MAS superó el cambio de liderazgo Morales a Arce. “Esto ha demostrado que el partido es más fuerte que su propio líder, lo cual nos parecía algo impensable, parecía que sin Evo (Morales) no había partido, pero la realidad ha demostrado algo diferente y esto es una buena noticia para la democracia”, señala.
La politóloga dice que al interior del MAS hay distintas visiones, distintas vertientes, distintas maneras de ver la realidad y “ante la ausencia de una competencia opositora eficaz, aparecen alternativas para renovar esta organización”.
Sin embargo, Zegada admite que, a casi 30 años de su fundación, el MAS está en un momento crítico por las tensiones internas, pero puede derivar en una redemocratización interna del partido. “De ahí puede surgir nuevas ideas o nuevos liderazgos”.
El diputado Komadina asegura que el MAS no va a desaparecer de la noche a la mañana porque sigue siguiendo la primera organización política a nivel nacional. “El MAS tiene presencia muy fuerte, por un lado maneja recursos estatales y controla el territorio y tiene el poder a través de organizaciones sindicales campesinas”, explica.
Tiene la seguridad de que el MAS estará en las próximas elecciones, “pero la interrogante es si se va a reunificar o habrá dos o tres tendencias; sin embargo, aún en su fase de declinación es muy potente, es el principal partido político, con una máquina electoral muy fuerte sobre todo en el área rural”.
Sin renovación
Komadina critica la falta de renovación de liderazgo y la concentración del poder en un grupo de élite.
Román Loayza, uno de los fundadores del MAS, considera que la democracia no es para eternizarse en el poder y critica el liderazgo de Morales. “Ni el 21F respetó Evo Morales Ayma y la fundación del instrumento político no era para caudillos, no para hacer comandantes”, reprocha. Considera que todas las autoridades deben estar al servicio del pueblo, “pero no lo hacen y lo utilizan como escalera política para alcanzar el poder”.