Viviani: “Nunca vamos a perder la esperanza”
En sus momentos libres, ve fútbol, la Liga Premier es uno de los torneos favoritos, pero tampoco deja de observar los partidos de la División Profesional. Vive y “come” fútbol, además que apoya a su único hijo, Sebastián, quien es futbolista y milita en Aurora de Cochabamba, el eterno rival del club que dirige actualmente, Wilstermann.
A sus 44 años, Humberto Viviani, quien tuvo un buen pasar como futbolista –se desempeñaba como zaguero central- y jugó en The Strongest, Aurora, Universitario, Ciclón, entre algunos, ahora en su etapa de entrenador agarró “un fierro caliente” y decidió tomar las riendas de Wilstermann, uno de los grandes del fútbol nacional.
Pero, las condiciones no eran normales, a cuando por ejemplo tuvo la oportunidad de conducir a Palmaflor, Aurora, Guabirá, Real Tomayapo, entre algunos, hasta se dio el gusto de dirigir en el exterior, en Armenia al FK Van. La crisis económica afectó a los clubes del fútbol nacional y Wilstermann no estaba ajeno, por eso las condiciones “no eran normales”.
No se arrepiente, al fin y al cabo, dice que quiere sacar del pozo a uno de los más grandes del fútbol nacional.
¿Por qué toma la decisión de dirigir a Wilstermann en este difícil momento?
Esto surge por una charla que tuve con el doctor (Omar) Mustafá hace rato, preguntó en su momento si me animaba a agarrar, y también me dijo que había la posibilidad de habilitar jugadores, entonces dije que no iba a haber problemas. Esperamos hasta que me dijo que no se podía y luego me pregunto, ¿lo agarras o no?, (sonríe) y el desafío está, yo vivo en Cochabamba, no soy nacido en esta ciudad pero me considero un cochabambino porque estoy 16 años ahí, con mi familia, mi hijo; considero que puedo aportar un poquito, ayudar a salir del fondo con los jugadores que son los artífices de todo. Hemos iniciado mal, pero el triunfo ante Blooming fue reconfortante y nos motiva a más.
¿El objetivo es evitar el descenso directo?
El objetivo es salvar la categoría, sea como sea, que podamos llegar a sumar las unidades para alcanzar al antepenúltimo y sino estar preparados para el indirecto.
¿Este es el reto más duro en su carrera como entrenador?
Nunca pongo ese tipo de objetivos en mi vida, las situaciones negativas como las que estamos viviendo no están por encima de todo, lo importante es que hay vida y luego analizo, con el tiempo sabré si fue lo más duro o no, pero, en el día a día, con el trabajo que uno lleva, haces las evaluaciones y estamos ahí. Los partidos son duros, perdimos un partido 5-3, son etapas que pasamos y son duras, pero al final del año veremos si fue o no la más dura, o hubo alivio para salvar a Wilstermann.
¿Lo que le ha tocado dirigir a Wilstermann, a la fecha, le deja conforme?
Lo que pasa es que tenemos un poco de problemas en la parte de expulsión y tenemos un equipo reducido, con pocos jugadores de experiencia, tenemos bastantes jugadores jóvenes; por ejemplo ante Blooming, la gente me gritaba que haga cambios, pero era un partido muy caliente, se necesitaba jugadores de mucha experiencia, entonces lo que teníamos que hacer nosotros era darle la responsabilidad a los más grandes. No tenemos la posibilidad de hacer cambios con gente de experiencia, podemos jugar con juveniles que lo pueden hacer pero no son iguales.
¿Cada partido, será matar o morir, se vienen cotejos más complicados?
Los jóvenes tienen que estar ahí, aprenden de a poco, nos dan esa opción, ese aire a nosotros; en el fútbol siempre se dice que los grandes equipos ganan campeonatos con experimentados y los más chicos ganan partidos por su entusiasmo. Ahora, vamos a apelar a esa experiencia y los chicos estoy seguro que responderán cuando se los requiera.
¿Qué le aporta Cristian Chávez?
Nos aporta juego, calidad, experiencia, jerarquía, pero el partido con Blooming no era el momento para él, era un partido muy rápido, en la parte defensiva nosotros teníamos un objetivo, repito, no era su momento, seguro que le llegará y aportará.
¿Cómo ve a estos jugadores jóvenes de Wilstermann, pueden dar el gran salto de aquí en más?
Van a dar mucho de que hablar a nivel nacional, hay chicos que se les aceleró su proceso y lo están aprovechando, es el caso de Aliaga, Villarroel, Rocabado, luego están Tumiri, Velásquez, quienes tendrán su tiempo, no hay que apresurarlos. Estoy seguro que ellos le darán alegría a Wilstermann, al fútbol cochabambino, al fútbol nacional. Hay buena camada de chicos.
¿Qué consideración tiene en relación a Lucas Salinas, quien se ha consolidado en el arco?
Está creciendo mucho, los partidos y más partidos le ayudan a darle la confianza que necesita, nos está ayudando mucho, en El Alto y ante Blooming tapó jugadas de gol importantes del rival. Si bien tuvo algunos errores, pero eso es normal en cualquier jugador.
¿Con lo que tiene se puede salvar del descenso a Wilstermann?
Siempre el optimismo está por delante de todo, estamos contentos porque los jugadores dan todo de sí, se dan íntegros, hay muy buena predisposición en los entrenamientos, más aún en los partidos que se ha jugado hasta el momento, eso es lo que más destaco de ellos.
¿Qué le quisiera decir al aficionado de Wilstermann?
Que mi persona es muy profesional, que vengo a ayudar al equipo, a buscar salir de toda esta situación. Que tengan consideración de sus jugadores, ellos son los artífices de lo que nos dan, hay que confiar en ellos porque lo vamos a lograr en ese sentido, después agradecer siempre ese apoyo que tienen con el club, el equipo, de no dejarlo nunca, estar siempre ahí. La barra, la gente de preferencia que están sobre nosotros, lo último que les digo es que nunca vamos a perder la esperanza, tener la posibilidad de salvar al equipo primero, que no juguemos el indirecto, y si lo vamos a hacer, mantener la categoría.