“La biblioteca del año” funciona en un avión por casi dos décadas
Un avión que participó en diferentes operaciones militares en la Segunda Guerra Mundial es hoy una biblioteca que se instaló en abril de 2002 en la avenida Suecia y desde entonces, todas las tardes, acoge a niños con el propósito de promover la lectura y brindar ayuda escolar.
Por esta labor, el Colegio de Profesionales en Ciencias de la Información de Bolivia (Cpcib) nombró al Biblioavión (nombre de este espacio) la “Biblioteca del año” de Bolivia. El acto oficial y la entrega del reconocimiento será mañana en la tarde en La Paz.
Premio nacional
El Cpcib, que agrupa a bibliotecólogos, documentalistas, archiveros y museológos, otorga esa distición anualmente y la entrega cada 28 de junio, como parte de la celebración del Día del Bibliotecólogo Boliviano.
Un referente
La locación del Biblioavión, una de las redes del Centro Simón I. Patiño, es referencia para varios ciudadanos. Está situado en el barrio Huayra K’asa, al final de la avenida Suecia, frente al Centro Parroquial “San Juan Bautista”. Es una de las principales atracciones de la zona. En un costado de este avión está escrito:
“La lectura es mi locura”. Los horarios de atención son todas las tardes, a excepción de lunes, de 14:30 a 18:30 y los domingos de 10:30 a 12:30 y de 14:30 a 18:30.
Para ingresar al avión se debe subir por unas escaleras de fierro, similar a las que hay en el aeropuerto. Decenas de niños ascienden y descienden de esta singular biblioteca, quienes por unas horas aprenden a volar a través de la lectura.
En el interior de este espacio hay sillas, mesas, libros y diferentes materiales didácticos. Cerca de la cabina del piloto están acomodados 1.300 títulos aproximadamente y separados en literatura nacional e internacional.
Julieta Pardo, educadora de esta biblioteca, explica que cada semana asisten cerca de 75 niños y que están divididos en tres “clubes de lectura” (según las edades). Realizan diferentes actividades como origami, papeles de color, collage y otras técnicas para plasmar en ellos la comprensión de las lecturas realizadas.
Los domingos este espacio está abierto para los padres e hijos y asisten más de 30 personas.
Si bien, la edad límite para formar parte de este espacio es 12 años, Pardo afirma que varios exmiembros les visitan constantemente, “sobre todo los domingos”.
Marlene Montaño, una vecina del lugar, cuya hija forma parte del Biblioavión desde hace dos años, señala que esta biblioteca es un gran aporte educativo y cultural para el barrio.
La biblioteca y el galardón
El Biblioavión es parte de la red de bibliotecas del Centro Cultural Simón I. Patiño (las restantes están en Pairumani, San Benito, Santiváñez, Villa Rivero y Arani).
Marco Marín, coordinador pedagógico de esta institución, explicó que este avión participó en diferentes operaciones militares en la Segunda Guerra Mundial. Su tenencia fue canalizada por gestiones del entonces director de la Fundación Simón I. Patiño en Ginebra y luego de adquirirlo fue instalado en la avenida principal del barrio Huayra K’asa.
Hay más de 70 niños que asisten a este espacio que se abre todos los días, menos lunes.