Bolivia da un salto en el arte y la cultura con el PIU
Ubaldo Romero
Secretario de Culturas de la Gobernación
El Programa de Intervenciones Urbanas (PIU) que destinó 140 millones de bolivianos a proyectos culturales junto al controvertido anteproyecto de la Ley del Artista que pretende aglutinarlos en una entidad matriz son los dos hechos que más marcaron en ese ámbito en el país en esta gestión gubernamental.
Todos los consultados, tanto artistas como autoridades y gestores culturales, reconocen que este incentivo fuerte al desarrollo de las artes plásticas, audiovisuales, tecnología y deporte es importante y necesario, pero es observado porque se lanza justo en un año electoral y sin que haya una política cultural de por medio.
El actor Luis Bredow, a la consulta de cuánto ha mejorado la cultura en este último periodo, señala que el “Gobierno encuentra finalmente el buen rumbo para alentar las artes” al ejecutar su Programa de Intervenciones Urbanas.
“El impulso ha caído en buenas manos. Cientos de artistas han pasado del sueño a la producción. Hasta fines de este año seis largometrajes y decenas de cortometrajes comenzarán a rodar. Varios grupos de artes escénicas y músicos están preparando espectáculos. Muchos artistas plásticos y diseñadores gráficos han presentado proyectos y las nuevas expresiones artísticas como los videojuegos y los performances preparan sorpresas”, dijo.
El 17 de abril 2019 el Gobierno lanzó el Programa de Intervenciones Urbanas con un respaldo de 140 millones de bolivianos. El plan ha convocado a artistas a presentar proyectos, en 50 convocatorias y 30 concursos. El programa no ha impuesto restricciones sobre la temática, acepta las nuevas tendencias expresivas y ha establecido un mecanismo sencillo y objetivo para la distribución de incentivos económicos. El fondo tiene su origen en Entel y ATT y es administrado por el Ministerio de Planificación y Desarrollo, mientras que el Ministerio de Culturas ha quedado al margen de esta importante palanca.
El actor de cine y teatro señala que el programa rompe con la pretensión de convertir a los artistas en un gremio que busca prebendas a cambio de apoyo político-partidario y propaganda ideológica.
“Quizás los fracasos que tuvo el Ministerio de Culturas han impulsado al Gobierno a encontrar una nueva vía para cumplir el deber del Estado de fomentar las artes. Lamentablemente, los fondos de Intervenciones Urbanas no se renovarán y el programa acabará en noviembre de este año. Sin embargo, es de esperar que ahora que el mecanismo ha sido ensayado, los futuros gobiernos sabrán cómo encaminar -respetuosamente- los recursos estatales hacia las artes”, sostiene.
El secretario de Culturas de la Gobernación de Cochabamba, Ubaldo Romero, afirma que el PIU ha dado un gran movimiento artístico al país y la Gobernación ha respaldado varios de esos proyectos que ganaron las convocatorias y que serán aplicados en beneficio de los artistas de Cochabamba.
En general, esta autoridad observa que existe una debilidad en cuanto a la gestión del arte y la cultura desde la administración estatal. “Necesitamos crear un sistema administrativo y de contrataciones para el arte y la cultura, así como crear partidas propias. Me refiero a partidas que puedan atender el hecho cultural desde su complejidad. Por ejemplo, comprar pinturas”, puntualizó.
En cuanto al anteproyecto de la Ley del Artista que fue rechazado después de una larga negociación, Romero señala que la aprobación de la ley en un futuro le permitirá al sector organizarse y formular proyectos desde sus particularidades.
Proyectos editoriales
El escritor Gabriel Chávez es más pesimista sobre la comprensión del valor de la cultura para la sociedad y señala que ésta nunca ha sido una de las prioridades del Estado boliviano.
Argumenta que la mayoría de los logros y avances en esta materia obedecen a la tenacidad de talentos individuales y/o a la gestión de instituciones privadas. “Las contadas ocasiones en que el Estado, en cualquiera de sus niveles, ha trabajado o trabaja de manera activa y propositiva en temas culturales, se debe más a la voluntad y al compromiso personal de una autoridad determinada, por sus inclinaciones artísticas o intelectuales, que a la existencia de políticas culturales nacionales, regionales y municipales”, acota.
El poeta e infatigable impulsor de su arte en el país advierte que debe reconocerse la existencia de recientes iniciativas culturales desde la orilla del Estado que parecen valiosas, además del trabajo que desarrolla la FCBCB: la Biblioteca del Bicentenario (BBB), que estáeditando cuidadosamente títulos de gran importancia y acercándolos al lector contemporáneo a precios muy accesibles; y el Programa Intervenciones Urbanas, que por primera vez está canalizando fondos de manera directa a proyectos artísticos, individuales o colectivos, parasu circulación y difusión dentro y fuera del país.
Sin embargo, señala que es llamativo que ambas iniciativas no provengan del Ministerio de Culturas, que estaría llamado a generarlas, sino de la Vicepresidencia del Estado, en el caso de la BBB, y del Ministerio de Planificación, en el caso de Intervenciones Urbanas, proyecto del cual se espera su sostenibilidad en el tiempo y no que sea circunstancial. En cuanto al futuro del arte en Bolivia, Gabriel Chávez afirma que el reto a futuro sigue siendo, pues, la construcción de políticas culturales en todos los niveles del Estado, que atiendan a las inquietudes de los actores artísticos e intelectuales, que son muchos y muy activos en las distintas regiones y culturas del país.
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¿Dónde entra la Ley del Artista?
René Antezana
Escritor
El ejercicio (o no) de los derechos de creadores y artistas tiene una larguísima data; sin embargo, en ningún Gobierno (incluido el actual) ha sido abordado seriamente. La legislación referida a los artistas tiene que ver con lo que la Unesco denomina “la condición del artista”; que son un conjunto de derechos sociales, económicos y culturales (para la cual hay también documentos y convenciones multilaterales en los cuales Bolivia es firmante). Por ello, la Ley del Artista abarca sólo un ámbito específico (de derechos) respecto del conjunto de procesos creativos/culturales del país. Confundirla con la propuesta de la Ley Marco de Culturas es no diferenciar el árbol del bosque.
Se han elaborado varios documentos de Ley del Artista (no se sabe cuál es la versión final), los cuales (lo de siempre) al pasar por el Ministerio y otras instancias han sido manipulados tanto por el Gobierno como por intereses sectoriales reduciendo la Ley del Artista a un conjunto de enunciados que generan desconfianza, siendo algunos de ellos inadmisibles para el sector artístico.
ANÁLISIS
¿Cuál es el futuro de la cultura en el país?
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Gaby Vallejo
Escritora
No existen proyectos novedosos. No hay gestiónde organismos estatales. Creo que el presupuesto asignadoa la cultura por el Estado es mínimo. Veo que se sigue repitiendo y estimulando siempre lo mismo: ferias de las comidas, festivales de danzas folklóricas, de instrumentos musicales tradicionales. Quedan fuera, la arquitectura, laescultura, música universal, literatura, el cine, los medios digitales.
Si se dicta la anunciada Ley del Artista, Órgano Rector, estaríamos ingresando a una época oscura. Desde el momento que se quiereobligar a todo artista a inscribirse a un organismo que le regula, que le somete a expresarse, habríamos perdido la libertad de pensamiento y de expresión.Regular el pensamiento es imposible.Sería un retroceso. No se puede escribir, pintar, hacer cine para una ideología del Estado.
Eso ya no es arte. Sabemos que el arte es elúnico territorio de libertad. Entonces, con aquella ley sobre la que todos hablan ya se vulnerarían los derechos del ser humano.
