Letonia conmemora 150 años de festivales de la canción claves para su identidad nacional
Riga - Letonia celebra este domingo un festival de la canción y la danza, cuyos orígenes se remontan a 1873 y se identifican con el sentimiento nacional colectivo, signo de unidad durante su primera independencia y desafío a la autoridad soviética durante el dominio de la URSS.
Más de 40.000 cantores, bailarines y miembros de otras disciplinas participaron en un desfile por la capital letona que da inicio a una semana de conciertos y actuaciones, como parte del 27.º Festival de la Canción y del 17.º Festival de Danza, cuando se cumplen 150 años del primer evento que inició esta tradición.
El presidente letón en funciones, Egils Levits, afirmó antes del comienzo del desfile que aquella ocasión marcó el nacimiento de Letonia como nación independiente.
Levits recordó cómo entonces se interpretó por primera vez "Dios bendiga Letonia", una canción del compositor Karlis Baumanis que más tarde se convertiría en el himno nacional.
Señaló además que aquel evento reunió a personas de las regiones Kurland (Letonia occidental), Vidzeme (centro-norte), Selonia (sudeste) y Latgale (este), al igual que el desfile de este domingo.
Más de 1.800 grupos de ejecutantes marcharon por el centro de Riga bajo las enseñas de sus localidades de origen y de sus conjuntos vocales, instrumentales y de danza, ataviados con sus trajes regionales, mientras los espectadores aplaudían y vitoreaban.
"Creo que es muy bonito que toda Letonia se junte para celebrar esto", dijo a Efe una joven que viajó con su madre 160 kilómetros hasta Riga para presenciar el desfile.
Otro joven, Gatis, explicó que era la primera vez que presenciaba el festival en persona. "Normalmente lo veo por televisión, pero aquí es otra sensación", manifestó.
Por su parte Andrejs, un australiano de ascendencia letona, afirmó que había traído a su familia al festival desde Adelaida (Australia) para "experimentar la cultura" del país báltico.
Jean, una canadiense residente en Letonia desde 2019, declaró que el festival de la canción le parecía algo "único en el mundo" y destacó que en su país "no existe nada parecido".
Hasta el siglo XX, el territorio de la actual Letonia siempre fue gobernado por potencias extranjeras -ya fueran principados alemanes, Suecia o Rusia-, con una clase terrateniente de origen germano.
Según algunas crónicas de la época, ésta quedó sorprendida muy por el primer festival de canto, ya que consideraban a los letones como un pueblo de campesinos incultos.
Los historiadores atribuyen la difusión del canto coral en Letonia a la influencia ejercida en el siglo XIX por la Hermandad de Moravia, una iglesia evangélica conocida por su promoción del igualitarismo, la austeridad, la educación y el canto.
Fue en aquella época cuando los primeros intelectuales letones comenzaron a documentar miles de canciones tradicionales letonas y adaptarlas para el canto coral.
En 1873, el primer festival de este tipo abrió su actuación principal con una ejecución de "Dios salve al Zar", que tras la independencia del país báltico en 1918 se vio reemplazada por "Dios bendiga Letonia".
No obstante, bajo la anexión soviética en 1940 y la posterior ocupación nazi en 1941 las nuevas autoridades desalentaron las manifestaciones explícitas de identidad nacional.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1948, el primer festival bajo dominio soviético contenía tributos a Stalin - reemplazados en ediciones posteriores por homenajes a compositores soviéticos.
El himno nacional no volvió a cantarse hasta 1990, cuando las autoridades lo permitieron en el contexto de la "perestroika" (reestructuración) promovida por Mijaíl Gorbachov, antes de la segunda independencia del país en 1991.
En la edición de este año se realizarán homenajes a Ucrania y participarán grupos folclóricos de la minoría ucraniana en Letonia, que son parte habitual del programa del festival.
Éste concluirá el 9 de julio con una gala al aire libre en la que se subirán al escenario casi 16.000 cantores de 454 coros de Letonia y de todo el mundo.