Los Juristas Independientes no lograron 1,5 millones de firmas para reformar la justicia, pero obtuvieron 833.115 rúbricas, lo que da cuenta que la “demanda de una justicia libre de corrupción, de retardación, de exclusión y de subordinación política” sigue vigente. Fue una oportunidad de oro para cambiar el sistema judicial, pero el miedo, el temor, entre otros, atentaron contra este proceso, además del continuo boicot de los órganos del Estado, según evaluaron los abogados.