Vasto y variado, así es nuestro territorio. El accidentado paisaje geográfico de nuestro país permite la existencia de expresiones lingüísticas, sociales y culturales muy diversas, desde la noble y profunda tradición andina, que vive entre los cerros y el cielo, hasta la vibrante y fuerte cultura del trópico, viva, alegre y colorida. Los valles medios, dulces y tranquilos, con sus paisajes de postal, también han desarrollado sus propias características. Es así que cada región boliviana presenta particularidades muy propias y únicas, distintas a las de sus hermanas, lo cual otorga al país una riqueza inmensa en cuanto a cultura se trata.