
RAÍCES Y ANTENAS
Finalmente terminó la novela de la Ley de devolución de los aportes a las AFP. En la dramaturgia nacional el culebrón debía llamarse: Si me emborracho es con mi plata. La ley promulgada, la semana que termina, finalmente establece el siguiente sistema.
1. Es bueno que el Ministerio de Economía y Finanzas, los domingos lea temprano el periódico, haga apuntes y después vaya al canal estatal a desmentir y rebatir a los “opinadores” de economía. Eso muestra un talante democrático.
2. El cariñoso dardo de “opinadores” lo acuñó el actual presidente cuando era ministro del área. Así se refería, con una mezcla de pesar y bronca, a los ciudadanos que en democracia levantan la pluma y dicen lo suyo en las áridas arenas de la economía.
Curiosamente, el gobierno nacional, que tenía como bandera política el antiimperialismo y la condena del capitalismo, ahora ha decidido recibir la asignación de 326 millones de dólares del otrora odiado Fondo Monetario Internacional (FMI), símbolo de la intromisión neoliberal.
Si salimos del torbellino político, dos preguntas son centrales en la coyuntura económica actual. 1) ¿En cuánto tiempo recuperaremos el ingreso per cápita perdido en la recesión del año 2020? 2) ¿Qué tipo de recuperación económica tendremos?
Como todos los días, Federico desayunaba y oía las noticias en la radio. En esa mañana de agosto postpatrio escuchó que se había aprobado la Ley 078 sobre la devolución de los aportes a las AFP. Tres eran los grupos privilegiados: Los que tenían aportes hasta 100 mil Bs podrían retirar el 15% del saldo. Los aportantes con ahorros superiores a los 100 mil Bs, pero que estaban desempleados, obtendrían hasta 15.000 Bs. Y, finalmente, aquellos contribuyentes que tenían de 10 mil Bs para abajo y 50 años o más, podrían sacar todo su dinero.
Ay compadre. Permítanme kaikearme en su amable hombro. Va disculpar la moqueada. Pero le cuento que estoy más yesca que el chavo del ocho con barril hipotecado. En estos días patrios permítame que le cante mis penas financieras. Le cuento que estoy muy tentado de volver a los brazos de una percanta, buenona y platuda, que en el pasado, me ha dejado el corazón como anticucho: el FMI.
Finalmente se decidió hacer el Censo Nacional de Población y Vivienda en noviembre del 2022. Sin duda alguna esta es una buena noticia económica. Los datos que recogerá el Censo son vitales para la planificación y diseño de la política pública. Entre tanto, la primera reacción entre los políticos fue concentrarse en la distribución de recursos económicos y políticos que emergerán de los resultados.