
HABLEMOS DE CIUDAD
Es oportuno reflexionar sobre las condiciones urbanas que presenta Cochabamba y evaluar aquellos aspectos que pueden ser solucionados de manera inmediata y eficiente, como mecanismos para mejorar la calidad de vida de los residentes
Según la RAE, el prefijo re, de origen latino, puede significar repetición, intensificación, negación o retroceso.
La planificación en las diferentes entidades territoriales—metrópolis, conurbaciones o centros urbanos de la geografía boliviana— todavía no responde a un manejo integral del territorio. La administración centralista de los ministerios de Planificación y de Autonomías no deriva en espacios de menor escala y sus instrumentos de manejo de uso del suelo y del ordenamiento territorial no necesariamente son concurrentes entre las normativas nacional, regional y municipal.
Cochabamba no cuenta con un plan regulador metropolitano; tampoco existe un modelo de crecimiento urbano, lo que hace evidente la urgencia de disponer de un instrumento que incorpore proyectos de desarrollo y programas urbanísticos en su región metropolitana, y sea capaz de permitir un ordenamiento interno oportuno que satisfaga las demandas de los habitantes, y otro externo que la posicione como entorno organizado vinculado con otros aspectos de desarrollo regional.
Es categórica la capacidad de absorción de población que tienen los espacios urbanos. La estadística considera que cerca del 60% de los habitantes a escala global reside en áreas urbanas, con una tendencia peligrosa de crecer al 70% para 2050.
Es urgente establecer un diálogo público multiescalar, de interacción y compromiso multiactoral, con madurez institucional y comunitaria, que permita entender la complejidad del territorio en los aspectos económicos, productivos y socioculturales, con el objetivo de concebir un modelo de sustentabilidad participativo y de largo plazo como política integral, que destaque varios aspectos.
El boom inmobiliario en Cochabamba es incuestionable, y aunque su crecimiento poblacional es bajo y culturalmente es una ciudad que preferiría habitar viviendas horizontales con jardín, la actualidad destaca la proliferación de edificios en altura.
Si bien, como hecho físico la ciudad de Cochabamba mantiene una dependencia del urbanismo y la urbanización, a su vez, la cuestión urbana se subordina a la ciudad en una amplitud y dispersión de disciplinas. En esencia, aunque no siempre dialogan entre ellas, ambas se correlacionan y se instrumentalizan para que los residentes urbanos establezcan condiciones de habitabilidad. Las dinámicas multidimensionales demandan el reordenamiento constante de la estructura de la ciudad de manera de mejorar su comportamiento.