Sexo los más jóvenes se aseguran con la pastilla azul
“Cuando la usas, te tomas la mitad y bebes poco o mucho, pero mejor poco para que no te duela la cabeza. Y te pones como un toro”, relata Pablo, y agrega: “Puedes con una, dos y tres”. – ¿Sesiones o chicas? – “¡Ambas!”, responde.
Buscando relaciones sexuales largas y duraderas, o encuentros casuales a los que los jóvenes llaman hoy “touch and go” (tocar y marchar) en esas noches de recorrido por los pubs de moda, la población masculina boliviana de entre 20 y 35 años, consume medicamentos como el Sildenafil (conocido comercialmente como Viagra), el Taladafilo y el Vardenafil, para tratar la disfunción eréctil. Pero no sólo para solucionar el problema.
Pablo no tiene ningún conflicto de disfunción eréctil a sus 21 años; además, es sumamente atractivo, carismático, y claramente exitoso entre las chicas de su generación.
“Las mujeres son también exigentes y yo disfruto mucho el sexo”, dice para justificar su consumo. Mientras que Marcelo, de 33, explica que alguna vez la usa y que lo hacía con mayor frecuencia cuando era más joven. “Mezclado con un par de cervezas es muy estimulante, como un coctel afrodisiaco”, lanza.
“La utilicé la primera vez con receta médica porque tenía un problema de disfunción eréctil diagnosticado, pero después de que me trataron, como ya sabía cómo y cuándo tomarla, me resultó muy útil para hacer sentir mejor a mi pareja”, explica Alejandro, de 22. “Uno también se preocupa por satisfacer a la compañera y quedar bien”.
Y no son los únicos que piensan así.
Según un informe de una cadena farmacéutica nacional, el consumo en Bolivia de Sildenafil, cuya distribución se inició en 2002, se ha incrementado en un 39 por ciento el año 2017, en comparación con el año anterior. Mientras que el consumo de Taladafilo, recomendado para cualquier paciente, no sólo para aquellos con una frecuencia coital elevada, se ha incrementado en un 30 por ciento.
ENTRE LOS MÁS VENDIDOS
Las cifras no dejan de ser interesantes porque encabezan el ranking de los fármacos más vendidos en el país. Y aunque el presidente de la Sociedad Boliviana de Urología filial Cochabamba, Dr. Javier Arancibia Bolaños, asegura que no existen estudios oficiales ni estadísticas ligadas al consumo de este medicamento, coincide que su uso tiene una gran incidencia entre la población menor de 35 años, principalmente por la inseguridad de mantener una relación sexual que complazca a la pareja.
“Algunos jóvenes creen que no van a rendir” y probablemente no les preocupan los efectos secundarios como dolores de cabeza, alteración en la percepción de los colores, entre otros, explica el galeno.
Los especialistas alertan contra la mezcla del fármaco con el alcohol, que es un depresor del sistema nervioso central. Los jóvenes beben cada vez más y, para no hacer un papelón, se aseguran con la pastilla azul. El riesgo es que se trata de dos vasodilatadores que pueden provocar taquicardia y hasta problemas graves cardiovasculares que pueden llegar a la muerte.
El ejecutivo de la cadena farmacéutica que brindó a OH! datos sobre ventas de este tipo de productos en particular, a nivel nacional, enfatiza que se trata de un medicamento, no de una pildorita de placer, por tanto se debe tener cuidado en el consumo.
VENTA INDISCRIMINADA
La disfunción eréctil afecta principalmente a la población masculina mayor de 50 años, mientras que los más jóvenes consultan por otro tipo de patologías, como la eyaculación precoz.
El hecho de que se venda este medicamento de manera indiscriminada, y sin receta médica, tanto a adultos que tienen problemas de disfunción eréctil como a jóvenes que lo adquieren sólo para mejorar su rendimiento, es cuestionable para el Dr. Juan Carlos Peralta, ampliamente conocido y uno de los 24 urólogos especialistas que ejercen en Cochabamba.
“No hay una cultura para tratar este tema abiertamente. Entre colegas coincidimos que ninguno de los pacientes que visita al urólogo lo hace por un problema sexual, pero luego en la conversación reconocen su disfunción eréctil”, anota. “Para los hombres mayores de 40, es vergonzoso admitir que tienen algún problema de disfunción, no lo comentan ni siquiera entre amigos”.
El Dr. Peralta asocia la disfunción eréctil a problemas de estrés, sobrepeso, uso de alcohol, cigarrillos, drogas, así como a enfermedades como la diabetes, principalmente en adultos mayores, problemas vasculares y neurológicos. Concuerda con que los jóvenes se auto medican por curiosidad y por experimentar.
“En Bolivia se inician sexualmente alrededor de los 14 años y para los 20, están en su máximo desempeño buscando más y nuevas experiencias. Pero también hay algunos que se presionan y es un tema más bien psicológico”, señala.
LA VENTA SIN RECETA
En una de las grandes cadenas farmacéuticas, según una visita realizada por OH!, existen hasta 12 alternativas de Sildenafil de diferentes laboratorios y nombres varios que oscilan entre los Bs 3,50 y 20,60, en dosis de 50 y 100 mg. Mientras que el Taladafilo está disponible en 9 marcas y la más cara cuesta Bs 26,50.
La químico farmacéutica de la Farmacia El Sembrador precisa que los jóvenes que más adquieren este tipo de medicamentos vasodilatadores están entre los 20 y 30 años. “Existen medicamentos que tienen 10 pastillas por caja de 50 mg”, agrega.
La alternativa más económica es hindú, Procops, que ofrece un comprimido a Bs. 3,50. Pero es bastante cotizado el Pasuma y Axion.
En la Farmacia Sinapsis, de hecho, sólo disponen de Pazuma, del Laboratorio boliviano Inti SA, y se vende a Bs 11. “Con mucha frecuencia la buscan, por eso está disponible”, señala la responsable.
El jefe de local de una farmacia reconocida en Cochabamba, comenta que “en este sector compran el medicamento muchos varones de 30 años hacia arriba, pero también llegan hombres mayores de 60 años”.
Ansiedad, sobrexcitación e inexperiencia son la base del argumento de por qué los jóvenes usan la pastilla azul como estimulante. No gusta al mundo científico, pero lo cierto es que este boom es una realidad en nuestro medio y una peligrosa diversión para los bolivianos.
HISTORIA
El Citrato de Sildenafilo, vendido bajo la marca Viagra, se creó en Inglaterra para tratar la angina de pecho y la hipertensión arterial. Sin embargo, durante los primeros ensayos se descubrió que producía notables erecciones, por lo que se decidió comercializarlo para tratar la disfunción eréctil.
¿QUÉ CAUSA EL USO EXCESIVO?
Dolor de cabeza, dolor muscular
Visión anormal
Urticaria, anemia y sordera
Infarto por falta de irrigación cardiaca, priapismo
Esterilidad, si su consumo se realiza durante mucho tiempo
LOS RIESGOS
DOLORES
Puede causar reacciones secundarias como dolores en el pene y es necesario acudir al médico para drenar la sangre de los cuerpos cavernosos a través de catéteres.
EFECTOS
Su uso puede producir efectos psicológicos posteriores, ya que algunos pacientes se sienten inseguros con respecto a su capacidad o potencia sexual.
INSEGURIDAD
Puede generar dependencia emocional, por el mismo sentimiento de inseguridad.
Tabú
Los varones mayores de 40 años evitan reconocer que consumen medicamentos de estimulación sexual.
Fármacos
en Bolivia están disponibles marcas de diferentes países.