Ashton Kutcher: la estrella de cine que es inversionista y defensor de los derechos de niños
Texto: Nora Cifuentes
Fotos: Efe/Reportajes
Felizmente casado con la también actriz Mila Kunis, el protagonista de filmes como“The Butterfly Effect” o “What Happens in Las Vegas” y series como “That ‘70s Show” o “Two and a Half Men”, lleva un tiempo reconvertido en magnate, apostando por las últimas tecnologías y luchando contra la trata de menores.
Ashton Kutcher es un nombre que suena a actor, a cine y televisión. Pero también, a 18 millones de seguidores en Twitter (bajo el nick @aplusk) donde, de hecho, en 2009 fue el primer usuario en conseguir más de un millón.
Y es que, aunque lleva un tiempo apartado del cine, el artista entiende bien lo que se lleva ahora. Por eso, es estrella de la plataforma Netflix y, además, un inversor relacionado con las redes de tecnologías más avanzadas, aunque su camino hasta este éxito millonario ha sido largo.
INFANCIA CON OBSTÁCULOS
Los orígenes de Ashton son humildes y modestos: hijo de Diane Finegan y Larry Kutcher, tiene ascendencia checa e irlandesa, nació el 7 de febrero de 1978 en Cedar Rapids, Iowa (Estados Unidos), y se crió en un hogar católico junto a su hermana mayor Tasha y su hermano mellizo Michael.
Debido a que este último requirió un trasplante de corazón en su niñez y sufre de parálisis cerebral, la vida en casa de los Kutcher era difícil, y la infancia de Ashton fue dura, algo que se agravó más adelante por el divorcio de sus padres.
En varias entrevistas admitió que le costaba pasar tiempo en casa, temía encontrar malas noticias sobre su hermano al llegar y, de adolescente, llegó a tener pensamientos suicidas e incluso algún intento evitado por su padre.
Como estudiante formó parte de un equipo de fútbol americano y, posteriormente, estudió ingeniería bioquímica en la Universidad de Iowa, aunque no llegó a titularse.
En esta época, en el bar “The Airliner” conoció a un cazatalentos gracias al cual participó en la competición de modelos “Fresh Faces of Iowa”, y quedó primero.
Esto le sirvió para ganar un viaje a Nueva York y asistir a una convención de la International Modeling and Talent Association (IMTA). Tras eso, trabajó en anuncios de Pizza Hut y Calvin Klein, y desfiló en las pasarelas de Milán y París.
A raíz de este incipiente éxito como modelo, terminó mudándose a Los Ángeles para seguir con su vocación artística.
COMEDIAS Y ROMANCES
La carrera de Ashton como actor despegó gracias a su papel en la serie de televisión “That ‘70s Show”, que empezó a emitirse en 1998 y terminó en 2006. Poco después de comenzar el show, dio el salto al cine, destacando su papel en “Dude, Where’s My Car?” (2000).
Otras de sus películas destacadas fueron “Just Married” (2003), “The Butterfly Effect” (2004), “Guess Who” (2005), “What Happens in Las Vegas” (2008), o “Jobs” (2013). Su último papel en la gran pantalla fue un cameo en el filme “Annie” (2014).
Durante esta época, mantuvo un romance con la actriz Brittany Murphyde 2001 a 2003, quien había sido su compañera en el filme “Just Married”. Tras eso, comenzó una relación con la también actriz Demi Moore, con la que se casó en 2005 mediante una ceremonia íntima, y de la que se divorció en 2011.
Un año después empezó a salir con Mila Kunis, su compañera de reparto en “That ‘70s Show”, con la que llevaba años de amistad. La relación comenzó gracias a una cita ciegas que inicialmente el actor había preparado para Mila y un amigo. La pareja se casó en 2015 y tienen dos hijos, Wyatt Isabelle Kutcher (2014) y Dimitri Portwood Kutcher (2016).
En televisión, creó y presentó el programa “Punk’d” que gastaba bromas a famosos, y ocupó de 2011 a 2015 uno de los papeles protagonistas de “Two and a Half Men”, tras la salida de Charlie Sheen de la serie, lo que le convirtió en el actor televisivo mejor pagado entre 2012 y 2014.
Además de actor, ha sido productor de varios proyectos,incluidos algunos en los que trabajó como intérprete. El más reciente es la serie de la plataforma Netflix, “The Ranch” , en emisión desde 2016.
TECNOLOGÍA Y ACTIVISMO
Ashton lleva desde 2014 sin aparecer en la gran pantalla, pero no ha perdido el tiempo. Además de centrarse en la televisión, ha estado inmerso en negocios relacionados con las últimas tecnologías y las redes sociales.
Junto con Guy Oseary (antiguo representante de U2 y Madonna) y Ron Burke, Kutcher creó el fondo de riesgo “A-Grade Investments”, con el que invirtió en varios de los éxitos de la era digital, como Uber, Spotify, Airbnb, Pinterest o Shazam entre otros.
Para su último proyecto, aprovechó su fuerte presencia como “influencer” de Twitter, con el siguiente mensaje: “Echo de menos tener una conexión real con las personas, con mi comunidad. Desde ahora me podéis enviar un mensaje. No podré responder a todos, pero al menos podemos ser auténticosel uno con el otro y podré compartir las mejores novedades de mi mundo”, junto a su número de teléfono.
A toda la horda de mensajes que recibió (aunque terminó borrando el “tuit” debido a que la respuesta fue desbordante), contestó con el mismo mensaje automático, que dirigía a su próximo proyecto: un portal que pone en contacto a famosos y fans entre sí.
Pero Ashton no sólo ha invertido su tiempo en ganar dinero gracias a su influencia en redes y a su visión sobre las últimas tecnologías, también es uno de los fundadores de Thorn: Digital Defenders of Children, una organización que lucha contra la explotación sexual infantil.
En este tiempo, ha salvado a aproximadamente 6.000 niños víctimas de la trata. En 2017, durante un discurso en el Capitolio de los Estados Unidos, dijo “la tecnología puede utilizarse para posibilitar la esclavitud, pero también para neutralizarla”.
Como emprendedor, también ha criticado el sistema educativo y ha explicado cómo afecta a los infantes. “Creo que las escuelas son muy malas a la hora de ayudar a los niños a encontrar su propósito”, según afirmaba en una entrevista con Robyn Jackson para “ASCD Empower19”.
Y es que, sin duda, Ashton, además de haber sabido reinventarse en la era digital, tiene claro cómo ser emprendedor, pues para él “el propósito es lo primero, y la manera de lidiar con el fracaso lo segundo”, señaló.