Erika Cuéllar: “La gente tiene el poder de cambiar el rumbo del medioambiente”
La bióloga boliviana Erika Cuéllar Soto, quien trabaja en la capacitación de parabiólogos en las comunidades indígenas de Bolivia, Arabia Saudita y varios países de América Latina y África, es exploradora de National Geographic, lo que le permite desempeñarse como embajadora de esa organización y acceder a financiamientos para proyectos de conservación e investigación sobre vida silvestre.
La investigadora, que vive en Argentina, es parte del grupo selecto de exploradores NatGeo. Actualmente, esta organización está difundiendo un video de promoción de sus exploradores en el que los califica como “locos lindos” por su labor investigativa y apoyo a la conservación del medioambiente.
Erika coordina el Comité Boliviano para la Comisión de Supervivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y trabaja en la región del Gran Chaco que abarca una combinación compleja de hábitats, climas, topografía y especies. Su labor es igualmente compleja porque consiste en hacer que los pobladores tomen en sus manos las acciones para detener la embestida de un desarrollo incontrolado que podría transformar el paisaje para siempre.
Las soluciones innovadoras y la gran pasión de Erika Cuéllar brindan nuevas esperanzas a la vida silvestre. Ella capacita a los pobladores en el Gran Chaco a ser administradores prácticos de la conservación y parabiólogos. Las comunidades nominan participantes para el curso de 800 horas que abarca desde biología básica, matemáticas y otras ciencias hasta la producción de mapas, el uso de computadoras y el GPS, el diseño de proyectos de investigación, la recopilación de datos y la presentación de resultados. Aquellos que aprueban el examen final llevan sus habilidades profesionales a los bosques, humedales y pastizales. Hacen informes de censos de aves y mamíferos, despliegan y analizan datos de cámaras y dispositivos de rastreo por radio, crean mapas que calculan las densidades de las especies y monitorean los cambios en los números de vida silvestre.
Su entrenamiento también ayuda a salvar vidas humanas. “Estas áreas están muy lejos de cualquier centro médico, las personas a menudo mueren de apendicitis o mordeduras de serpientes que podrían tratarse”, explica Cuéllar. “Incluimos clases de primeros auxilios que pueden marcar una diferencia real en estos casos”.
En fin, cuando concluyen el curso, los parabiólogos desempeñan un papel crucial en el intercambio de información sobre conservación con sus comunidades para guiar las decisiones sobre el manejo de la tierra y la naturaleza.
Cuéllar se ha convertidoen un ejemplo a seguir en América del Sur por los resultados de sus esfuerzos. En Bolivia, el guanaco, ancestro salvaje de la llama, se redujo a sólo 200 animales dispersos en tres poblaciones aisladas.
Sus esfuerzos ayudaron a prohibir la caza de guanaco, y hoy ella explora la repoblación de manadas genéticamente aisladas y aisladas mediante la cría de manadas en Paraguay. Ella también intenta recuperar el hábitat de las praderas de guanaco, invadido por el ganado de corral y las plantas invasoras. También hizo gestiones para crear una reserva protegida para el guanaco, mientras que al mismo tiempo crea nuevas formas ambientalmente sostenibles para que los comunarios obtengan ingresos.
Ahora enfrenta su mayor desafío: salvar a toda la región del Gran Chaco al extender los esfuerzos de base a todos los niveles y para crear un esfuerzo multinacional entre Bolivia, Paraguay y Argentina.
Aunque radica en Argentina, continúa con el trabajo en diferentes países de América Latina, así como su lucha por los derechos a la inclusión del conocimiento local. Erika es exploradora de National Geographic y es investigadora asociada del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny en Bolivia, del Instituto Nacional del Ecuador Inabioy del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Conicet de Argentina.
¿Qué significa haber sido elegida como exploradora de National Geographic?
Es maravilloso que me hubiesen elegido como exploradora. Creo que cada biólogo sueña con ser un explorador de National Geographic. Me siento muy honrada y feliz de poder mostrar a los jóvenes y niños de mi país que cada uno de nosotros puede ser un explorador.
A partir de tu designación como exploradora de NatGeo, ¿qué tareas debes cumplir?
Una vez que eres nombrado explorador, eres parte de la gran familia de National Geographic y por lo tanto actúas como el embajador de esa institución donde quiera que vayas. Puedes aplicar a financiamientos específicos para determinados proyectos.
¿Cómo nació ese tu gran proyecto de parabiólogos? ¿Qué te impulsó a hacerlo?
La idea nació mientras trabajaba en el Parque Kaa-Iya. Me era imposible concebir que la gente local, quienes eran los mejores conocedores del medio en el cual trabajábamos, no estuviera activamente involucrada en el proceso de la conservación a largo plazo.
Mi idea era desarrollar un programa de capacitación complementario para logar el reconocimiento y legitimidad expresada en un título. Mi búsqueda radicaba en lograr que los parabiólogos desarrollaran destrezas y habilidades que fueran compatibles con ellos, con su medio y sus necesidades. Básicamente quería que tuvieran herramientas para poder trabajar cerca de su familia y que sintieran que su conocimiento tradicional era valioso en las decisiones sobre sus territorios y además que estas competencias adquiridas se convirtieran en un acercamiento a su historia y su tierra.
¿En qué estado está tu plan para formar biólogos y qué resultados obtuviste?
Desde el 2013 he visitado y trabajado en diferentes países en América Latina y Arabia con el objetivo de implementar el programa de parabiólogios. Además, he apoyado en la adaptación de este programa en África.
Yo creo que el dato más cercano y palpable es que uno de los parabiólogos graduados,Tomás Martínez, de una comunidad Ixoceña-Guaraní que ahora trabaja en el municipio de Charagua, ha conseguido la declaración de un área protegida comunal para el guanaco. Cosa que yo no logré mientras trabajaba en el Chaco. Lo que quiero decir es que la educación complementaria para los que toman decisiones, es fundamental para el éxito de la conservación a largo plazo. Es la gente la que tiene el poder de cambiar el rumbo para la protección del medioambiente. Mi programa aporta herramientas y profundiza el conocimiento.
La sabiduría para vivir, para estar en este mundo, ¿cómo la rescatas de las comunidades?
El conocimiento, y sobre todo la relación con el medio natural, que hemos perdido los que vivimos en las ciudades, es algo que me fascinó cuando trabajé en el Gran Chaco.
La gente aprendió a vivir con los cambios de la naturaleza, los entiende, los enfrenta.
Rescato la sencillez, la solidaridad, el conocimiento y la capacidad de sobrevivir ante las adversidades. Yo viví los mejores años de mi vida en el Gran Chaco y estaré agradecida siempre por haber conocido y trabajado con la gente maravillosa de las comunidades.
¿En qué estado está tu plan para formar parabiólogos y que resultados obtuviste en investigación y conservación?
He estado trabajando en diferentes países para implementar este programa adaptado a cada lugar.
¿Cuál es tu sueño para el Gran Chaco y para nuestro país? ¿Y para ti?
Tengo pocos sueños, pero si tengo que soñar quiero que el Gran Chaco -a través del parque Kaa-Iya- siga siendo un referente de la conservación de la región mejor conservada del bosque tropical seco en el mundo.
Mi sueño para el país es que éste o cualquier Gobierno, entienda que nuestro país necesita invertir recursos para promocionar la ciencia y la tecnología, bajo un programa nacional que contenga a los científicos y promueva el desarrollo del país a través del desarrollo de la ciencia. Necesitamos fortalecer el recurso humano y promover el desarrollo de nuestras capacidades.
Para mí, el sueño es seguir viajando y conociendo diferentes culturas y ampliando este programa de inclusión y rescate del conocimiento de los pueblos.
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TRAYECTORIA
Estudió: Biología en la Universidad Gabriel René Moreno
Doctorado en zoología de la Universidad de Oxford, Inglaterra. Maestría en conservación de la biodiversidad de la Universidad de Kent de Inglaterra.
Premios: 2007 Ganó el premio Whitley en la categoría “Derechos Humanos y Conservación”
2008 Fue nombrada como una de las “Earth movers” por la UICN
2012Obtuvo el premio Rolex Award for Enterprise entre 3.415 postulantes a nivel mundial
2013 Es nombrada por National Geographic como una de los 17 exploradores emergentes en el mundo.