Cómo sobrellevar el duelo
La muerte de un ser querido es algo muy difícil de afrontar. Batriz Joffré, psicóloga y docente en dos universidades en Cochabamba, explica que el duelo es un proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida, ya sea de un ser querido, una relación amorosa o pérdida de trabajo, entre otras.
“El duelo también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de conducta que es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia”, asegura Beatriz.
No hay un tiempo fijo para el duelo, ya que depende de muchos factores.
Beatriz explica desde el psicoanálisis que “elaborar el duelo” es darse la oportunidad de transitar por las diferentes etapas del proceso, para realizar las tareas que corresponden a esta experiencia de asimilación de pérdida y continuar viviendo de una manera plena. Este trabajo de elaboración se da tanto en la instancia física como en la psíquica y social.
“Las personas que trabajan en un desenvolvimiento espiritual tienen más recursos para enfrentar el duelo”, asegura.
EL DUELO PATOLÓGICO
El duelo suele durar entre 2 y 12 semanas, aunque puede persistir hasta los 6 meses cuando se trata de la pérdida de un ser querido muy allegado (madre, hijo, cónyuge...). En el caso de que los síntomas no cesaran después de los períodos de tiempo anteriormente citados y provocaran problemas al afectado/a para desenvolverse en su vida rutinaria, es de vital importancia acudir cuanto antes a la ayuda de un profesional de la psiquiatría, ya que la persona afectada puede estar sufriendo un episodio de depresión crónico, lo que implicaría un duelo patológico.
No siempre se cumplen todas las etapas del duelo, ni necesariamente ocurren en orden preestablecido. No todas las pérdidas son iguales. La psicología de la escuela Gestalt, proporciona un soporte teórico – práctico muy importante. Se trabaja “el aquí y el ahora”, con diversas técnicas que permitan aceptar y asumir la realidad, dice Joffré.
En cuanto al duelo por muerte de un ser querido, existe una especialidad, la Tanatología, que tiene muchas vías para trabajar la aceptación de la muerte como algo natural y elaborar el proceso de duelo, acompañando a la persona con amor y paciencia en su travesía particular por el sufrimiento.
Una terapia psicológica o psiquiátrica es absolutamente natural y se considera conveniente para que la persona pueda hablar de sus emociones, recuerdos y llorar lo que tiene que llorar. El trabajo tanto del psicólogo como del psiquiatra, si se presenta depresión crónica, es imprescindible.
“En la cultura occidental la muerte es vista desde una perspectiva judeo - cristiana, muy ligada a expresiones dramáticas. Y no como un desenlace natural y hasta compasivo en casos de mucho sufrimiento del paciente”, dice Beatriz.
Si observamos la naturaleza y los eventos cotidianos de la vida, y nos tomamos la molestia de recordar lo aprendido en la filosofía y en las ciencias naturales, puede quedar claro que “todo es cambio” y que “todo lo que nace muere”, asegura.
El envejecimiento y la muerte del cuerpo físico es un proceso absolutamente natural.
Para cada persona, según su circunstancia, toda pérdida es traumática. Es posible que en nuestra sociedad occidental impacte más la muerte de un hijo o la muerte de una madre en caso de niños pequeños.