Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha intensificado sus medidas de seguridad, sancionando entre enero y agosto a 117 conductores de cisternas por ingresar en estado de ebriedad a sus plantas de almacenaje y a 49 más por el uso de celulares dentro de las instalaciones, prácticas que ponen en riesgo la seguridad de las operaciones y de la población. Estas sanciones han generado un conflicto que ha desencadenado bloqueos y escasez de combustibles por casi dos días en Santa Cruz.