La anestesia en ratones bebés altera su desarrollo cerebral
Exponer a ratones recién nacidos a anestesia general entre el tercer trimestre del desarrollo prenatal y los primeros tres años de vida puede tener efectos adversos duraderos sobre la función cognitiva y alterar el desarrollo cerebral, según investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore. (EEUU).
El trabajo se refiere al isoflurano, un anestésico general inhalado estándar y ampliamente utilizado.
Los científicos se centraron en el hipocampo, una región del cerebro que es crítica para el aprendizaje y la memoria porque tiene un gran número de neuronas que se desarrollan en el período posnatal temprano y que podría ser vulnerable a la perturbación por exposición anestésica.
Los detalles de su investigación se difundieron ayer en la revista de acceso abierto Plos Biology. La agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) emitió recientemente una advertencia de seguridad que previene sobre la exposición a la anestesia y los sedantes durante el periodo entre el tercer trimestre del desarrollo prenatal y los primeros tres años de vida puede tener efectos adversos duraderos sobre la función cognitiva.
Los investigadores expusieron a ratones de 15 días de edad a dosis clínicamente relevantes de isoflurano y se registraron los efectos sobre el desarrollo subsiguiente del hipocampo, encontrando que las estructuras de una clase de neuronas (las células granulosas del giro dentado) se alteraban sustancialmente.
También detectaron aceleración anormal del crecimiento neuronal, específicamente, las ramas o dendritas de las neuronas, tenían casi dos veces la longitud de las de los animales no tratados, lo que sugiere que el anestésico causó una aceleración anormal en su crecimiento.
Además, los científicos vieron una reducción significativa en el número de espinas dendríticas maduras, estructuras en las dendritas donde se encuentran sinapsis. Los ratones tratados y no tratados se sometieron a dos pruebas de comportamiento estándar para ver si estos cambios estaban asociados con un efecto sobre el aprendizaje (una prueba de reconocimiento del lugar de objeto y una prueba de laberinto). Los ratones tratados con isoflurano presentaron resultados significativamente peores en ambas pruebas.
La inhibición farmacológica con rapamicina protegió a los ratones de los cambios estructurales anormales en el cerebro como de los déficits de aprendizaje por el isoflurano.