La falta de dólares amenaza el suministro de medicinas, afirman las farmacéuticas
La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) alertó ayer que la falta de dólares en el país está poniendo en riesgo la importación de materias primas y el pago a proveedores, lo que podría desencadenar un colapso en la producción y distribución de medicamentos. En respuesta a esta situación, el gremio declaró estado de emergencia y urgió al Gobierno a garantizar el acceso inmediato a divisas para evitar una crisis de abastecimiento.
Cifabol explicó que las restricciones cambiarias han provocado retrasos y sobrecostos en la adquisición de insumos esenciales, mientras que los precios regulados por el Estado ya no compensan los gastos adicionales. “La situación actual sobrepasa nuestras capacidades”, afirmó la cámara en un comunicado, destacando la vulnerabilidad del sector ante la coyuntura económica.
La escasez de divisas ha mermado el suministro de medicamentos, afectando especialmente a los hospitales públicos. El gremio rechazó las declaraciones oficiales que minimizan el problema y acusó al Ejecutivo de incumplir su compromiso de facilitar el acceso a dólares. “Sin medidas urgentes, el desabastecimiento será inevitable”, advirtió.
Alarma sector médico
El Colegio Médico de Bolivia respaldó la preocupación de Cifabol y alertó que la dificultad para importar fármacos podría disparar los precios hasta en un 300%. Carlos Iriarte, presidente del colegio, señaló que muchos medicamentos esenciales dependen de divisas y que su escasez ya se refleja en centros de salud públicos y privados. “Los hospitales, incluidos los de la seguridad social, enfrentan una grave falta de medicinas”, afirmó.
Iriarte detalló que los costos de algunos fármacos han aumentado entre un 100% y un 150% en los últimos meses. Sin embargo, de no resolverse la crisis, los incrementos podrían alcanzar entre un 300% y un 400%, agravando aún más la situación sanitaria del país.
Llamado a la acción
Cifabol instó al Gobierno a adoptar medidas inmediatas para estabilizar el flujo de divisas y prevenir un desabastecimiento masivo. “La salud pública debe ser una prioridad”, afirmó la entidad, subrayando que la falta de acción podría dejar a miles de pacientes sin acceso a tratamientos esenciales.
Con esta declaración de emergencia, la industria farmacéutica busca presionar al Ejecutivo para que actúe antes de que la crisis impacte de manera irreversible a la población boliviana.