Eastwood es ovacionado en el Festival de Cannes
Cannes, Francia |
Con una agilidad sorprendente para sus 86 años, Clint Eastwood subió ayer al escenario de la sala Debussy del Palacio del Festival de Cannes ante una atronadora ovación de los espectadores que le esperaban en pie para que presentara la proyección restaurada de “Unforgiven”.
Con media sonrisa y disculpándose por no hablar francés, el cineasta afirmó que ni siquiera se había dado cuenta de que su película cumplía este año su 25º aniversario hasta que fue invitado para asistir a la 70ª edición de Cannes.
“Parece que fue hace cinco años”, aseguró el realizador sobre una película que ayer se proyectó remasterizada en 4K, que ganó 4 Óscar —película, director, actor secundario (Gene Hackman) y montaje— y que se ha convertido como uno de los grandes clásicos del cine.
“Cuando leí el guion, creía que era el mejor wéstern que iba a poder rodar y lo fue. Nunca después volví a hacer otro. Pero quién sabe si en futuro cercano lo haré”, dijo Eastwood mientras volvían a resonar los aplausos.
Expectativa
Hubo enorme expectación por la llegada del actor y director, que fue amenizada por los espectadores silbando los compases de la banda sonora que Ennio Morricone compuso para “Il buono, il brutto, il cattivo” (“El bueno, el feo y el malo”, 1966), una de sus interpretaciones más conocidas, a las órdenes de Sergio Leone.
Tanto se esperaba la llegada del director que la gente decidió quedarse mirando a la puerta de la sala pese a los esfuerzos del delegado general del certamen, Thierry Frémaux, que desde el escenario pedía atención para poder presentar a Eastwood.
Además de destacar su larga relación con el Festival de Cannes, Frémaux resaltó que el cineasta cuenta con la Legión de Honor.
Eastwood participó en la competición oficial de Cannes con “Pale Rider” (1985), “Bird” (1988), “White hunter, black heart” (1990), “Mystic River” (2003) y “Changeling” (2008), además de “Absolute Power” (1997), fuera de competición. Recibió el Gran Premio de la Comisión Superior Técnica por “Bird” y, en 2008, el premio especial de la 61ª edición del festival por su trayectoria.
Franco juega con los límites de la maternidad en filme
El cineasta mexicano Michel Franco volvió ayer a Cannes pisando fuerte, con “Las hijas de Abril”, una cruda historia en torno a la maternidad, protagonizada por la española Emma Suárez.
La Abril del título es una madre que lleva años lejos de sus dos hijas. Desde su España natal, decide volver a México para ocuparse del bebé que una de ellas, Valeria, de 17 años, está a punto de tener. Lo que al principio parece una reconciliación entre las tres mujeres, acabará torciéndose cuando la madre decide tomar una decisión extrema.
En “Las hijas de Abril”, que compite en la sección paralela Una Cierta Mirada, Franco se sumergió en el universo femenino, un “laberinto” para el cineasta, que añadió que fue “un reto mayúsculo escribir los tres personajes femeninos”.
Para encarnar el complejo papel de la madre, Franco quería a una actriz extranjera y pensó en Suárez por considerarla “la mejor actriz del mundo en habla española”.