Urkupiña, una fiesta diferente por la pandemia
La festividad de Urkupiña 2020 se vive de un modo diferente y a pesar de los intentos por reinventarse las pérdidas económicas son inevitables. Tanto artesanos como hoteleros sufren los estragos de la pandemia.
El párroco del templo de San Ildefonso, Marcial Sánchez, manifestó que la asistencia a las misas fue mínima y respetando el distanciamiento social. El mayor esfuerzo fue difundir el mensaje por las redes sociales para que los devotos de Bolivia y el exterior puedan renovar su fe.
“El mensaje es cuidarnos y cuidar a lo demás. La mamita de Urkupiña nos invita a integrarnos; dejar de lado los caprichos e intereses personales para vivir en fraternidad”, exhortó.
El director de Cultura de la Alcaldía de Quillacollo, Pablo Hinojosa, subrayó que las pérdidas económicas son cuantiosas, porque cerca de un millón de peregrinos no vinieron este año por la pandemia. El año pasado la festividad generó Bs 47 millones; pero en 2020 todos los sectores registran pérdidas o ingresos mínimos.