La festividad de Urkupiña 2020 se vive de un modo diferente y a pesar de los intentos por reinventarse las pérdidas económicas son inevitables. Tanto artesanos como hoteleros sufren los estragos de la pandemia.
En medio de la pandemia de la Covid-19 y pese a las restricciones cientos de devotos acuden con ofrendas al templo San Ildefonso de Quillacollo para agradecer y pedir sus anhelos a la Virgen de Urkupiña.