Devoción y trabajo mueven a los músicos a poner el ritmo a fiesta
La pasión, la devoción y el trabajo animan a participar a cientos de músicos en la festividad de la Virgen de Urkupiña a más de dos años del inicio de la pandemia de Covid-19.
Aunque este año los fraternos piden rebajas por las actuaciones, los integrantes de las bandas están listos para alegrar al público con ritmo y llamativas coreografías.
Para Álvaro Revoso, director de la banda Real Oruro, la fiesta es una oportunidad para llevar el sustento a su casa, además de una ocasión especial rendir homenaje a la “mamita”.
“La pandemia ha significado para los músicos mucha pérdida, de tiempo y económica. Muchos nos hemos tenido que dedicar a otros rubros para sobrevivir. Con esto, de a poco nos vamos a volver a levantar”, comentó.
Con más de 20 años de experiencia tocando platillos y otros instrumentos musicales, Revoso asegura que el 50 por ciento de la fiesta lo hacen los fraternos y el otro 50 por ciento les corresponde a los músicos.
Contó que si bien su banda está integrada por 120 músicos, este año sólo 80 acompañarán a los danzarines en la entrada folklórica.
“Tenemos contrato con la morenada Intocables y con Transpeco, dos fraternidades grandes, por eso estamos alegres. Lo más lindo es el apoyo del público, en cada cuadra nos aplaude, eso nos hace olvidar hasta el cansancio”, dijo.
El músico añadió que prepararse para la entrada y la festividad implica inversión para los integrantes de las bandas, porque deben cuidar desde el sombrero o casco que lucirán hasta los zapatos para crear una buena impresión a los espectadores.
Relató que, ante la falta de contratos por la pandemia, buscó varias alternativas para sobrevivir como la elaboración de tortas y otros productos.
“A la Virgencita le he pedido salud y trabajo, porque lo demás viene como bendición. Este año vamos a organizar una retreta de gala por Santa Cecilia y tenemos previsto un viaje a Milán, Italia. Por eso hay que agradecer”, puntualizó el músico.
El director de la banda Real Oruro sostuvo que los platilleros son los integrantes que más alegran en la fiesta, porque además de demostrar su habilidad para tocar el instrumento musical suelen bailar, crear “pasitos” para alegrar a la gente.
“Uno tiene que ser alegre y amar lo que está haciendo para ser parte de la banda; no tiene sentido que el músico toque sólo parado”, complementó.
Revoso es uno de los más de mil músicos que participarán este domingo en la entrada de Urkupiña.
El presidente de la Asociación de Fraternidades Folklóricas. René Valdez, mencionó que los músicos ponen el ritmo y en muchas ocasiones hasta derrochan creatividad cuando adaptan con los instrumentos una música de moda.
Respecto a los costos para contratar una banda, los precios varían, pero cada integrante suele cobrar mínimo alrededor de 150 bolivianos por ingresar con una fraternidad.
“Los contratos se hacen meses antes, por eso estamos convencidos de que con Urkupiña existe la reactivación económica. Los músicos son uno de los sectores que más se está beneficiando con la fiesta”, recalcó Valdez.
Sin embargo, algunos músicos indicaron que este año tuvieron que rebajar hasta en un 50 por ciento por sus servicios debido a que hay un exceso de ofertas y las bandas estudiantiles también se animaron a ingresar con las fraternidades por precios bajos por su participación en la entrada.