Gobierno cierra fase de confrontación y ofrece "autopista" de oportunidades a empresarios
El Gobierno dio por cerrada la fase de confrontación con el sector privado. Con un fuerte apretón de manos, el vicepresidente, Álvaro García Linera dio la bienvenida al flamante presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB, Luis Barbery y con ello a un nuevo ciclo de relaciones complementarias.
Una cena de gala en un conocido hotel de La Paz, con el motivo de la presentación del Comité Ejecutivo de la CEPB para la gestión 2019-2021, fue el escenario en el cual el Vicepresidente lanzó un discurso conciliador al sector privado; habló de una "autopista de colaboración", invitó a los empresarios aprovechar la relación del Estado con empresas extranjeras, y apuntó a la generación de una etapa de confianza mutua para el bienestar del país.
"Hubo un tiempo en el que no nos veíamos así; nos veíamos distantes, esos tiempos han acabado, esos tiempos han quedado cerrados, han pasado (...). Esos tiempos de confrontación han cambiado", aseguró García Linera quien llegó a la cena junto a los ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; de Defensa, Javier Zavaleta y la ministra de Planificación, Mariana Prado.
García Linera dijo que el Gobierno sabe que tiene en el sector privado a hombres y mujeres que toman decisiones, "no para hacer daño al Gobierno, sino para generar empleo, generar riqueza en beneficio del país".
En esa línea aseguró que lo se tiene por delante "es una autopista de colaboración entre las empresas pequeñas, micro, medianas, grandes y comunitarias y las iniciativas y las decisiones del estado".
Citó el trabajo coordinado en torno a la producción del etanol y luego el biodiesel, como "el mejor ejemplo de la virtud de ese tiempo de alianzas", y ratificó que el actual modelo económico demostró su solidez.
Precisamente, Barbery, el nuevo presidente de los empresarios emergió del sector de la agroindustria del oriente boliviano, quien aseguró en su discurso principal que es imprescindible ahondar en las alianzas virtuosas entre el sector público y privado, para lo cual se requiere de un diálogo directo.
"Bolivia ha cambiado y no es la misma de hace 15 años atrás. Hoy, la realidad de nuestro país, nos muestra una economía sólida, con un panorama social estable y con una base empresarial más diversificada", afirmó desde la testera.
Desde la perspectiva institucional del sector privado, Barbery dijo que la inversión privada tampoco es la misma de hace 15 años atrás.
"Hemos llevado adelante un modelo que requería de ingentes cantidades de recursos públicos, que se justificaban en los niveles de ingresos anteriores, pero en este momento, para llevar adelante el nivel de crecimiento y calidad de vida logrados, se necesita de la concurrencia del sector privado, a través de su capacidad de generar inversión y empleo", manifestó.
Barbery destacó que el sector privado aportó en la generación de empleos e impuestos, y que los desafíos hacia adelante requieren de pactos sociales que involucren al Gobierno, a los trabajadores y a otros grupos involucrados en las actividades empresariales.
En cuanto al modelo económico dijo que requiere de algunos ajustes y planteó trabajar de manera incansable en la mejora de las condiciones del "clima de negocios".
Planteó para eso un camino crítico basado en cuatro ejes: a) las mejores condiciones jurídicas y políticas para impulsar la inversión privada; b) incentivo a la producción nacional con calidad a escalas mayores; c) provisión de bienes y servicios para nuestra población, y d) implementación de mecanismos eficientes para estimular la exportación.
"La visión del empresariado boliviano tiene razón de ser en la necesidad natural de seguir contribuyendo al crecimiento de nuestra economía. (...). Nuestra propuesta hoy, tiene que ver con la agenda de un trabajo conjunto, que nos lleve a derroteros de progreso, crecimiento y mayor bienestar", sostuvo.
Habló también de la necesidad de trabajar en disminuir la presión tributaria y generar mejores condiciones para el empleo formal. Sin embargo García Linera dijo estar de acuerdo con el diálogo, coincidió que la alta burocracia es una de las peores enemigas a los emprendimientos empresariales, pero dejó en claro que el tema tributario es importante para mantener equilibrios en el sector público.
"Impuestos, es un viejo tema y lo arrastramos, el sector privado tiene sus argumentos, el sector estatal tiene sus argumentos, y pedimos sepan entender, nunca nos hemos cerrado al diálogo, pero ciertas cosas tienen que ver con la propia lógica del modelo", dijo.
El Vicepresidente dijo esta cuarta fase de relación, el país transita a una nueva fase de un modelo económico que ya ha pasado exitosamente las cuatro pruebas de su funcionamiento.
Antes de cerrar su discurso, García Linera dijo a los empresarios: "compartimos la visión general de la Confederación y a nombre del Presidente y del Gobierno quiero decirles que tendemos la mano con franqueza, con transparencia para trabajar (...). Estamos seguros que esas alianzas, esos acuerdos marcan un horizonte".
El acercamiento más evidente entre el Gobierno y el sector privado a la cabeza de un empresario agroindustrial se da en un año electoral que definirá el futuro del país en términos de respeto a la Constitución Política del Estado, los principios democráticos y las reglas limpias del juego electoral.