La deuda pública supera el 50% del PIB, una señal de insostenibilidad financiera
La deuda pública total (externa e interna) de Bolivia, con datos finales de 2020, superó el 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que es una señal de la “tendencia de insostenibilidad de las finanzas públicas y del endeudamiento”, señala un análisis del Presupuesto General del Estado (PGE) 2021 realizado por la Fundación Jubileo.
El saldo de la deuda pública externa fue en aumento constante desde 2008, y en los últimos años los montos adicionales fueron de gran magnitud. Hasta diciembre de 2020, el saldo de la deuda externa alcanzó a 12.172 millones de dólares.
La deuda interna registró un incremento notable a partir del año 2018, año en que el déficit fiscal se profundizó. En la gestión 2020, la deuda interna se disparó debido a los créditos de emergencia que se tomaron del Banco Central de Bolivia (BCB), llegando al equivalente de 10.356 millones de dólares.
Como resultado, a finales de 2020, la deuda pública total llegó a 22.528 millones de dólares, monto que sobrepasó el 50 por ciento del PIB, de 41.437 millones de dólares, “lo que es señal de insostenibilidad de las finanzas públicas y del endeudamiento”.
En 2021 se registra nuevamente un déficit, resultado de un escenario con menores ingresos, pero con alto nivel de gastos.
En general, el déficit de los últimos años presenta una tendencia a profundizarse, situación que se ve agravada por la crisis del coronavirus. “El déficit es financiado con endeudamiento, es decir que se recurre a préstamos para financiar los gastos que son mayores”, apunta el estudio.
Para 2021, con un déficit programado de 9,7 por ciento del PIB, el presupuesto prevé la contratación de endeudamiento. El texto de la ley financial “autoriza la contratación de deuda a través de títulos valor en mercados de capital externos, conocidos como bonos soberanos”, para apoyo presupuestario y manejo de pasivos, por 3.000 millones de dólares.
El profundo déficit fiscal y el endeudamiento de los últimos años muestran “señales de insostenibilidad” que, en adelante, si no se realizan ajustes o reformas no solamente a nivel de las finanzas públicas, sino de la economía en su conjunto, “podrían desencadenar en problemas mayores”.
Por otro lado, el análisis elaborado por Fundación Jubileo enfatiza que se requiere abordar temas complejos de la agenda económica como el “corregir los desequilibrios macroeconómicos para preservar la estabilidad, un plan de reactivación de la economía y un planteamiento de desarrollo que sea sostenible”.