Comida y bodas de fantasía en Alasitas
Cientos de visitantes llegaron este domingo hasta la feria de las Alasitas en Quillacollo. La gastronomía y los matrimonios en registros civiles llamaron la atención de propios y extraños.
Vendedoras de comida se ingeniaron para presentar platos exquisitos en miniatura, desde sopa de maní, pique macho, puchero, sándwiches de chola, escabeche hasta las planchitas que son servidas en bandejas de metal.
Cristina Franco vende comida desde hace más de 45 años en su pensión y en la feria. Con una sonrisa ella, ofrece laping, pejtu de haba, chajchu, charque, picante mixto y pique a 15 bolivianos. María Pinto, de los Enrolladitos Mary, ofrece los infaltables sándwiches de enrollado a 5 bolivianos y escabeche mixto a 10. La machu jarra de garapiña a 5 bolivianos y el vaso a 1.
No podían faltar los rosquetes, empanadas, lampaqanas, bizcochos y t’anta wawas de Punata a ocho por 10 bolivianos. La cerámica de Tarata también está presente con fogones, ollas y peroles a 20 bolivianos, jarras con tutumas a 10 y cuchillos con mango de lloq’e a 5.
Otro de los atractivos son los registros civiles que llaman la atención por la marcha nupcial que se escucha desde el interior. Casarse tiene un costo de 70 bolivianos. Esto incluye el certificado de matrimonio, la libreta familiar, el carnet de casado, el brindis, los aros, la ropas de los novios, el tradicional primer baile de los novios, según señala Eva de la Cruz del Registro Civil
Cupido. Algo temerosos, los novios ingresan al Registro para contraer nupcias y hacer más adelante realidad este sueño.
“Parece un chiste pero es verdad. Mi hijo vino, se casó y ahora de verdad tiene esposa”, dijo Ely Callejas.